jueves, 14 de agosto de 2008

Llamémoslo como quieras


You're so far away
And so alone
You long for love's embrace
To keep you sane
To make you whole

-- Endless sacrifice, de Dream Theater


Hoy la luna está llena, llena de esa luz que ilumina los caminos y los desvíos, o que traza el fin de ciertas cosas; y es bueno saber que todo fin implica el comienzo de algo nuevo, así que no es tan trágico como se piensa. He escuchado que los inicios suelen costar un poco, ser más difíciles de lo que se cree, y puede que sea cierto, pero no podré estar seguro de ello hasta que me suceda, hasta estar completamente fuera del capítulo anterior. Habría que pensar en un buen final, creo.

Quise ponerme el puntero laser de mi mouse en el ojo para ver cómo sería el mundo envuelto en estelas rojas, y quizás tomar una foto con el ojo en el flash y tornar la realidad de una azul que quema. Lo sé, hay maneras menos dolorosas y más cuerdas de pintar la existencia, y no tienen por qué ser tan literales; ¿no? Mañana descubriré con mejor practicidad lo que significa esto, aunque espero no tener que hacerlo. La verdad es que no hay opción; mis elecciones me han llevado a ese momento, y el color de lo que siga depende enteramente de mí. Sí que sí.

No hay comentarios.:

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails