domingo, 1 de abril de 2012

Nada personal

Fuente: http://th03.deviantart.net/fs71/PRE/i/2010/226/e/f/perception_confusion__1_of_4_by_evalovinlucy.jpg

It's how you see the world
Don't you worry yourself
You're not gonna get hurt

--How you see the world, de Coldplay


Unas semanas atrás conversaba con una amiga sobre cómo las personas a veces podemos tomar ciertas situaciones de manera muy personal a pesar de que tengan poco que ver con nosotros. Me contó acerca de un recuerdo de su niñez que afectaba de sobremanera su relación con un familiar, y al compartir conmigo la manera en que solucionó dicha situación entendí algo muy importante.

Estar en el lugar y momento equivocados puede convertirnos en blanco de palabras o actos hirientes lanzados por alguien que sólo busca desahogarse: el jefe que ha tenido una mala noche y aparenta estar molesto con sus empleados; el amigo que responde de manera cortante porque ha discutido con sus padres; el papá que reprende en exceso a sus hijos porque está cansado, por dar algunos ejemplos. La forma en que recibimos los mensajes de otros define nuestra actitud hacia ellos y la manera en que nos sentiremos. Así, notar al jefe molesto puede hacernos creer que hemos hecho un mal trabajo; el amigo puede parecer no estar interesado en lo que le decimos; y el papá que nos castiga tan fuerte puede llevarnos a pensar que no nos quiere. Y como éstas, hay muchísimas situaciones más.

En los ejemplos anteriores, se estaría asumiendo que somos causa del comportamiento de otros, estaríamos tomando las cosas de forma muy personal. Pero, tal y como mi amiga dijo, daría igual si nosotros o alguien más recibiese las palabras, actos o actitudes hirientes; puede ser la persona A, B o C, de cualquier manera habrá una palabra, un acto o una actitud lanzada. Entonces, dado que no podemos cambiar de lugar con otro mientras somos blanco de lo hiriente, sí podemos elegir tomarlo de la mejor manera posible.

En lugar de asumir de inmediato que se trata de un error nuestro, podemos hacer el esfuerzo de dar una mirada más objetiva. Es válido defenderse luego de ser atacado, pero a veces hay hechos más profundos detrás de las acciones de los demás, causas que nada tienen que ver con nosotros pero que, justamente por ser quienes recibimos los "golpes", hacemos nuestras. Algo que me ha ayudado mucho a enfrentar situaciones como ésta es comprender que hasta la persona que aparenta estar más molesta puede, también, ser la que más triste se siente.

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