But somehow I know
We'll never make it back
--Faces of war, de Royal Hunt
Unas semanas atrás, tres amigos y yo nos planteamos un reto: bajar 10 kilos en 6 meses.
Cada uno aceptó participar por diferentes motivos personales, pero aquello en común que nos empujó fue la salud; tres de nosotros tenemos sobrepeso (ligero, pero sobrepeso a fin de cuentas) y un cuarto, aunque delgado, necesita reducir su peso por problemas médícos. Pero, indistintamente de las razones, emprendimos el reto.
Creamos una serie de reglas, como pesarnos colectivamente cada semana en la balanza de una farmacia cercana y tratar de bajar un kilo cada tres semanas. Aquel o aquellos que no llegasen a bajarlo debían pagar al resto lo gastado en la balanza; apenas unos cuatro soles cincuenta por cabeza, nada muy fuerte. Pero si tras los seis meses alguno no llegaba a la meta, el pago ascendería a cincuenta soles por cabeza, y ahí entonces la billetería sí sufriría.
Y así hemos estado el último casi mes y medio. Pero más que dejarnos fallar, más que tentarnos con comida o golosinas, nos motivamos a seguir cumpliendo la promesa de bajar los diez kilos. Sí, los ganadores potencialmente pueden recibir una alta suma de dinero, pero creo que desde el comienzo nunca se trató de eso. La idea siempre fue empujarnos a mantenernos comprometidos y apoyarnos mutuamente, haciendo de este reto algo mucho más cooperativo y ayudando a sentirnos más dispuestos a completarlo.
Tras todo este tiempo hemos alcanzado la primera meta, pero la segunda tal vez nos cueste más, especialmente por las maravillosas cenas navideñas que cada uno ha tenido en estos días que pasaron. Indistintamente de los resultados, seguiremos esforzándonos por obtener ese peso saludable que, yo en particular, ando buscando desde hace muchos años. Esta vez, felizmente, no lo veo tan esquivo.
Imagen: https://pixabay.com/en/elephant-animal-african-nature-1049840/
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