This is the end of all reason, the inner mirror reveals
There's more beyond what you're sure of, the fantasy of dreams
It's always there, the only emotion we all seem to keep down
There, while exploring dimensions
There is more, only everything
--Only everything, de After Forever
Alguna vez escuché que todo hombre tiene un precio, que todos, irremediablemente y sin excepción, caen ante algo. Ahora dudo si eso es realmente cierto, pero queda la incógnita, y queda el hecho de que existen miles de tentaciones, miles de debilidades. Y el ser humano, con seguridad, es una criatura que ha ido perfeccionándose a lo largo de los años, no sin cometer errores.
¿Hasta qué punto puede uno asirse a sus principios e ideales para evitar ser presa de las tentaciones? ¿Puede un patriota ser suficientemente patriótico como para no vender a su nación ante la mención de una gran pago a cambio, o puede un hombre ser suficiemente fiel a su pareja como para no irse con una mujer que lo haga sentir mejor, o puede un deportista atenerse estríctamente a su dieta y no comer su postre favorito una última vez? No creo tener la respuesta, puesto que no hay forma de clasificar de manera tan absoluta a la humanidad, pero sí pienso que sí hay quienes caen, y ello es suficiente, no se necesita ver caer al resto para entender que no somos perfectos.
Tal vez no todos tengan un precio, tal vez quienes lo tengan no serán comprados con la misma moneda ni con igual cantidad de ellas, pero todo eso al final no tiene importancia. En realidad es lo mismo si algunos se atienen a su creencias y otros las pisan por algo mejor, todo es evidencia de que la humanidad es variada, de que nadie es igual a nadie en ningún sentido posible; similares, tal vez, pero nunca iguales. Y he ahí lo asombroso, que a pesar de ser billones de personas en el planeta, y billones más que alguna vez estuvieron aquí, no nos repetimos, somos únicos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario