Do you believe
In what you see?
There doesn't seem to be anybody else who agrees with me
-- In the waiting line, de Zero 7
Hace unos días estuve reflexionado sobre la vida en general y me encontré con una idea que había estado teniendo desde hacía un buen tiempo y que no recuerdo si alguna vez escribí en este blog, estuve dándole nuevas vueltas tratando de que me llevara a nuevos pensamientos, y fue así como llegué otra idea particular.
Ya no podría decirse con exactitud que hay una sola manera de crear vida, pero sí es posible asegurar que son muy pocas y que todavía prevalece las relaciones sexuales como método principal. Siguiendo con esta idea, el ser humano le da un carácter bastante especial a la vida, le da una importancia bastante grande por razones evidentes, así que no habría por qué discutir qué valor se le puede otorgar a la existencia de un hombre o de una mujer. Si este es el caso, y descartando todo tipo de situación en la que la mano humana no tiene control, ¿por qué existen tantas formas de matar?
No me encontré con el tema de una forma negativa o depresiva, todo lo contrario, lo vi como quejándome de esta realidad y a la vez angustiado con respecto al futuro de la humanidad. Mis palabras pueden sonar exageradas, pero ¿qué se puede esperar del mundo si existen tantas miles de millones de formas de acabar con una vida y tan pocas de crearla? Esto solo me hace pensar en cómo se resalta lo frágil que es la existencia, el esfuerzo que se requiere para traer a alguien al mundo solo para ser expuesto a billones de peligros. A modo de metáfora, podría verse como saltar en un pie y a ciegas a través de un cuarto lleno de trampas que toma toda la vida cruzar; es posible llegar al final, pero hay muchas formas de no hacerlo, y ello sin contar los peligros naturales no provocados por el hombre.
Todo este pensamiento me hizo sentir un poco más consciente de lo que tengo, me hizo notar que no es como en los videojuegos donde puedes caer a cientos de abismos o chocar con cuanto carro se cruce en el camino por tener varias vidas. En cuanto a la existencia se refiere, solo tenemos una oportunidad, una muy pequeña y precaria oportunidad que debemos aprovechar y cuidar hasta el máximo de nuestra capacidad. Salta a ciegas, pero tómate tu tiempo.
[Hace años que buscaba esta canción sin saber su nombre o quién la cantaba, solo tenía la melodía en alguna parte de mi memoria, y hoy la encontré por casualidad. La vida, la vida.]
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