Fuente: http://img09.deviantart.net/5811/i/2006/227/d/9/movie_reel_by_thepat.jpg
A heart that's full up like a landfill
--No surprises, de Radiohead
Siendo el cinéfilo que soy, una de las metas que me planteé para este año fue dejar de ver teasers, tráilers y cualquier publicación con respecto a las nuevas películas que fuesen apareciendo. De cierta manera suena contradictorio, pero definitivamente no lo es.
Siempre he tenido una relación de amor-odio con los tráilers. Por un lado me motivan a ver la película que promocionan y por otro me muestran escenas que si bien no necesariamente son reveladoras, me dan una buena idea de cómo se desenvolverá la historia. En el peor de los casos, dejo de sorprenderme cuando finalmente veo la película; en el mejor, anticipo lo que ocurrirá al recordar escenas del tráiler. Eso, a mi parecer, le quita mucho a la experiencia. Por ello mi decisión.
Algo que me está resultando difícil es evitar verme en medio de una conversación donde se mencione tal o cual próxima película a estrenarse. O intento cambiar de tema o me distraigo con algo para no escuchar de más. Navegar en la Web y particularmente en Facebook es aún más riesgoso. La cantidad de publicidad y noticias es enorme, en especial con películas de alta popularidad, y en más de una ocasión me he sentido tentado de darle click a algo que sabía arruinaría por completo el factor sorpresa que tanto busco preservar.
Pero hasta el momento hasta el momento todo va bien. Tan bien que poco a poco he ido implementando mi decisión hacia otros ámbitos del entretenimiento, como las series televisivas. Con las series es casi casi como con las películas, pero más que nada cuando se refiere a la continuación de una historia. Esos avances al final de los episodios que muestran escenas de lo que vendrá la siguiente semana suelen mostrar más de lo que me gustaría.
Algunos amigos me preguntan cómo sabré si una película se ve lo suficientemente buena si no he visto su tráiler, a lo cual suelo responder con dos argumentos. Por un lado, el tráiler no garantiza una buena película. Por otro, siendo el cinéfilo que soy, para mí se trata de ver películas de toda clase, sea cual sea su calidad. Y, en todo caso, esto último lo sabré una vez que me haya sentado a verlas. Ya veré cómo me va en unos meses.