domingo, 28 de junio de 2015

Otro golazo

Fuente: Archivo personal

The game has begun
Feel it, the pressure is on

--The field, de Casualties of Cool


Si hoy pudiese hablar con mi yo del pasado y contarle todo lo que le tocará vivir, no solo me llamaría mentiroso, sino que explotaría de la risa una vez que le dijese en qué trabajo. Un año atrás, o quizás mucho antes, sé que no me habría creído nada sobre mi actual labor como psicólogo deportivo en un club de fútbol. Incluso en este momento sigo sin poder creerlo.

¿Quién diría que el joven chico que se negaba rotundamente a ver partidos de fútbol en la tele, que se aburría escuchando conversaciones sobre tal o cual equipo debatiéndose sabría quién qué copa y que prefería mantenerse desinformado sobre su selección terminaría trabajando para un club deportivo? Motivado por la necesidad de conseguir prácticas y en buena parte por la curiosidad de trabajar con atletas, he logrado librarme de mi renuencia por involucrarme como espectador en el mundo del fútbol. Y me alegra muchísimo haber tomado esa decisión.

El puesto exige amplio conocimiento en aquella materia, y mis propios compañeros de trabajo hablan de fútbol el ochenta por ciento del tiempo, así que he quedado sin excusas. Ya más de un mes llevo sumergido en el asunto, observando a jóvenes deportistas entrenar y competir, leyendo acerca de conceptos psicológicos presentes en los jugadores y aprendiendo y poniendo en práctica las cientos de maneras en que puedo servir de ayuda. Es un enorme y satisfactorio cambio con respecto al instituto de salud mental en el que trabajaba antes. Ya no me concentro en enfermedad, sino en desarrollo, la razón fundamental por la que decidí ser psicólogo.

Tengo una buena idea de lo que me espera en los meses por venir, pero estoy abierto a cualquier cosa. Apenas comienzo y ya tengo mucho por contar, pero dejaré el relato de mis experiencias para otros posts. Todavía hay para rato.

miércoles, 10 de junio de 2015

Solo silencio


I win, you lose
You've got nothing to say

--Strange world, de Gamma Ray


No hace falta ir muchos posts atrás para darse cuenta de que valoro mucho el silencio. Por un lado es paz, por otro significados profundos y por uno más es hasta dificultad.

Los dos primeros se explican con facilidad. El silencio como ausencia de sonido, ligado a la sensación de paz, de sosiego. Y silencio como eco, como una suerte de impresión en las cosas o en las personas, y a la vez como expresión del sentir propio sin necesidad de palabras. Como dificultad, sin embargo, merece más detalle.

Quienes me conocen saben que soy una persona reservada cuando se trata de hablar en general. En lo poco que digo, puedo llegar a decir mucho. Aunque también saben que no soy de pocas palabras. Algunos podrían reconocer que soy muy hablador, en ocasiones demasiado, especialmente cuando me apasiona el tema y cuando conozco de él. Pero la mayoría me considera callado. "Muy callado", dicen. Y eso también es verdad.

Algunos lo confunden con timidez, como yo alguna vez lo hice. Pero es más grande que eso, es una dificultad en la confianza. Me toma cierto tiempo entrar en confianza con alguien lo suficiente como para hablar con facilidad, sea por querer escuchar, saber y aprender sobre los otros como por cualquier experiencia de vida que cargue conmigo que impida una mayor espontaneidad.

Y también se trata de una suerte de perfeccionismo y quizás hasta un miedo a errar. Prefiero decir algo sensato y acertado antes que equivocarme o hablar sin saber. Quizás no debería, pero lo hago. Es algo que reconozco en mí, algo que trabajo y que acepto como parte de mi personalidad. Otros elaboran sus propias explicaciones al respecto, lo cual es natural, pero incomoda y hasta molesta.

Que te digan "Eres demasiado callado" o "Participa", o frases más sarcásticas como "Deja que los demás también hablen" o "¿Tú eres mudo, no? suelen llegar a doler y generan aún menos ganas de entablar conversación. He lidiado con esto de muchas maneras, por eso creo que las mejores son tener tolerancia y buen humor. A la primera frase he respondido con "Tú hablas demasiado" y a la última con "Soy sordomudo", pero la mayoría de veces sonreír e ignorar es la respuesta ideal.

Contrario a lo que se pueda pensar el silencio no necesariamente es malo. Si se sabe entender, es una fuente y herramienta invaluable de información. Pero no todos lo entienden, y aún menos buscan hacerlo.

miércoles, 3 de junio de 2015

Un salto adelante

Fuente: http://img07.deviantart.net/0528/i/2012/198/3/4/yo_videogames__by_ry_spirit-d57k3ay.jpg

And walk out as the winner
When you own the game

--Game of life, de Circus Maximus


He mencionado mi pasión por los videojuegos en varias ocasiones, pero en ningún momento mencioné que llevé este gusto desenfrenado hasta el ámbito profesional. Dos años atrás, fui invitado a colaborar como diseñador en un estudio de videojuegos peruano gracias a mi experiencia en juegos de rol y a un amigo que conozco por más de veinte años.

Desde muy chico me imaginaba teniendo un trabajo en el mundo de los videojuegos, pero era una ilusión que veía muy lejana, un gusto que creía no sería satisfecho a menos que viviese y estudiase en el extranjero. Mi yo del pasado no tenía la más mínima idea de lo que le esperaba. Y, si se lo hubiese dicho, ni en un millón de años lo habría creído.

Wongcito, lector de este blog y uno de los dueños de dicho estudio, ha jugado Calabozos y Dragones conmigo desde que estábamos en el colegio, conocía mi amor por los juegos y sabía que manejaba varias mecánicas de juego. Debido a ello, apostó por mí al hacerme parte de su empresa.

Sé que es sueño de todo (o casi todo) geek trabajar en la industria de los videojuegos; sin duda era el mío. Justamente por esto es que puedo asegurar, sin un asomo de duda, que he cumplido uno de mis sueños. ¡Y de qué manera! Dos años llenos de vivencias singulares haciendo juegos, diseñándolos, probándolos, creando historias, construyendo niveles y conociendo a gente como yo, gente que ama este mundo.

Han pasado dos años desde que entré a la industria, pero hace un mes tuve que retirarme para concretar otras metas y cumplir responsabilidades pendientes. Sin embargo, la puerta permanece abierta, y acabado este año espero tener la oportunidad de regresar a seguir haciendo lo que me encanta.

Lo que viví en ese estudio, las experiencias que tuve y las personas que conocí pueden estar estrechamente ligados a los videojuegos, pero los trascienden en su totalidad. Por eso reservo un amplio espacio en este blog para escribir, en los meses por venir, tanto como pueda sobre lo que aprendí. Sin duda queda mucho por contar, mucho que no quedará sin ser dicho.

lunes, 1 de junio de 2015

Listo

Fuente: http://fc03.deviantart.net/fs41/f/2009/030/b/6/Wordgame_a_la_Neato_by_lauraneato.jpg

I'm ready for you
I hope you're ready for me

--I'm ready, de Aerosmith


De vuelta a las letras, de vuelta a la maraña interminable de palabras que amo desatar.

La última vez que escribí aquí fue más de medio año atrás, aunque siento que hubiese pasado muchísimo más tiempo. Estoy algo oxidado, un poco despistado después de estos largos meses alejado de las letras, y hasta abrumado por el sinfín de experiencias que separan el último post de este; pero listo y totalmente deseoso de llenar el enorme vacío. No prometo cantidad, pero calidad será siempre un ideal.

Pero antes de empezar continuar con esto, he de mencionar que este blog cumplió siete años hace un par de días. ¡Siete años! Jamás habría pensado que lo que comenzó como un pequeño proyecto duraría tanto tiempo. Es motivo de celebración, sin duda, y excusa perfecta para plantearme un nuevo reto: siete años más de experiencias escritas y descritas aquí. Se puede; claro que puedo. Es un desafío a largo plazo que sin duda llegará con durezas, pero estoy listo.

Me aferro a las ganas, y a partir de ellas genero la energía para impulsarme a seguir escribiendo tanto como me sea posible. Y así doy inicio a un nuevo capítulo y doy la bienvenida a nuevas experiencias. Porque no podría ser de otra manera.

dIROLE

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