viernes, 26 de febrero de 2010

La fobia de mis fobias


Night terrors in my mind
Thoughts I cannot hide
Dreams that play on my cold fears
Night terrors in my mind
Am I really dead?
I can't tell, it feel's so real

--Night terrors, de Static-X


Se me ocurrió hacer un pequeño listado de las cosas a las que tengo especial miedo y una breve explicación del por qué de ello. Valga decir que soy bastante asustadizo, así que no es una lista muy interesante.

5.- Películas de terror: Hace poco descubrí que no volveré a mirar este tipo de películas de la misma manera. Antes estaba convencido de que no me gustaban porque la mayoría tienen tramas tontas por decir lo menos, bastante repetitivas y hasta poco creíbles. Pero ahora lo veo de otra manera. Son la minoría, las buenas películas de terror, las que no puedo ver. Luego de tratar de ver una de ellas, no solo no la terminé por el enorme miedo que me ocasionó sino que tampoco pude dormir tranquilo las siguientes noches. Cada vez que cerraba los ojos veía imágenes de todo lo que alguna vez me ha hecho quedar paralizado del miedo (o lo más cercano a eso).

4.- Pesadillas: Es un miedo superado, pero cuando era unos años más joven y tenía pesadillas, no volvía a dormir, o lo intentaba tanto tiempo como podía. El hecho de tener malos sueños daba miedo de por sí (por alguna razón tengo la cabeza llena de imágenes monstruosas por culpa de películas, libros e historias de terror), pero más grande era la idea de que regresaría a seguir soñando lo mismo si cerraba los ojos.

3.- Arañas: No es que tenga aracnofobia, sí puedo estar en el mismo cuarto que una araña y hasta verla cerca. Lo que no tolero es tener una sobre mí o dejar abierta la posibilidad de que eso ocurra; digamos que por eso aplasto cualquiera que vea. Cuando era bastante chico jugaba con un juguete que cayó debajo de la cama y al intentar recogerlo mi cara estuvo a centímetros de una araña que colgaba de su tela. Desde ese momento quedé traumatizado.

2.- Serpientes: No estoy completamente seguro cómo nació este miedo, pero podría apostar a que fue cuando tuve una pesadilla con ellas. A diferencia de las arañas, no aplastaría a una serpiente que tuviese cerca, o me quedaría muy quieto o saldría corriendo al instante.

1.- Lo que hay en la oscuridad: De chico podía ser la oscuridad en sí, pero ahora que lo pienso bien creo que nunca fue exactamente eso, sino a lo que podría haber en ella. Gracias a mi viva imaginación he crecido respetando la oscuridad por creer que mientras camino a oscuras hay algo o alguien más conmigo, muy cerca. No creo en fantasmas ni en monstruos, pero hay veces en las que mi incredulidad no es defensa suficiente contra este miedo.


miércoles, 24 de febrero de 2010

La cima no es la meta


Don't let it bring you down, it's just fate

There's always a way around, if you wait

Open up your mind and let light in

--Date with destiny, de Nightmares on Wax


A solo unos días de la muy esperada (y postergada) bicicleteada a Cieneguilla, me he dedicado esta y la anterior semana a "entrenar", básicamente montar bicicleta por mis rutas usuales pero añadiéndole peso a la mochila para simular lo que llevaré en el paseo y prefiriendo pendientes antes que terrenos más planos. Además de eso, hoy sumé una vieja ruta a mi repertorio, la zona de Casuarinas, donde las subidas inclinadas sobran y por lo general suele ser un lugar bastante tranquilo. Si bien sufrí de más en esta salida, encontré el mejor paisaje de Lima que alguna vez haya visto, tal vez un poco cortado por las nubes, pero increíble. Prometo regresar pronto y tomar una foto o cien.

La única pregunta que ronda mi cabeza desde que comencé con esta animada rutina es la siguiente: ¿Por qué después de que el viaje se ha postergado ya cinco veces, casi cada semana desde la fecha inicial, me pongo las pilas ahora y siento con seguridad que esta vez no habrá otro contratiempo y que podré realizar este paseo al fin? Tengo algunas ideas.

Cada cambio de fecha ha sido debido a alguien distinto, un amigo que pedía que fuese otro día o uno que aseguraba que en una semana más tendría más tiempo o yo que esperaba curarme de una leve lesión. Siempre había un inconveniente, pero esta vez no parece haber nada a la vista, somos tan pocas personas anotadas que la probabilidad de que el viaje deba volver a cancelarse es mínima. A más personas más dependencia, pero también es cierto que mientras menos seamos los que vayamos más peligroso será. Debido a la primera idea es que me hubiese gustado ir solo, pero es la segunda la que me hace poner los pies en la tierra y evitar hacer algo estúpido.

Como ya he dicho antes, me guío mucho por diversas señales, por más que parezcan absurdas o que no vengan al caso. Por eso creo que si no realizamos este paseo dentro de unos días, es mejor que no lo hagamos en absoluto, al menos hasta conseguir más aventureros que quieran unirse y cuando el tiempo y las obligaciones sean menores. Es un "ahora o nunca", por eso me siento más motivado que las semanas anteriores, porque realmente quiero que esta aventura se lleve a cabo ahora y no quede como una idea que tuve alguna vez y que por tontos imprevistos nunca pudo darse.

No volveré a escribir sobre este paseo (o sobre la idea de hacerlo) hasta que verdaderamente lo haya realizado. Si todo sale bien, habrá un post acerca de esto la próxima semana. Así de seguro me siento.


lunes, 22 de febrero de 2010

Las reglas del juego


This ringing in my head
Is this a cure or is this a disease?

--Show me how to live, de Audioslave


¿Qué es lo peor que puede sucederle a un fanático de los videojuegos?

Ya he mencionado antes mi enorme gusto por los videojuegos, pero lo que nunca dije fue lo vulnerable que soy ante algunos de ellos. No sé si mi problema sea lo peor que puede pasarle a alguien con este tipo de intereses, pero definitivamente es un defecto que le quita gran parte a la diversión que generan este tipo de juegos. Lo que tengo es una misteriosa facilidad para marearme.

Todo comenzó con uno de mis juegos favoritos del Nintendo 64, "007: Golden Eye". Un día cualquiera mientras me encontraba jugando el primer nivel, sin aviso alguno, comenzó a dolerme un poco la cabeza. Creí que podría soportar y continué, pero al cabo de unos minutos no pude más y tuve que apagar la consola. De ahí en adelante, cada vez que jugaba ese juego un ligero mareo iba apareciendo y aumentando hasta mutar irremediablemente en un dolor de cabeza impresionante que me obligaba a dejar de jugar.

Hasta hoy tengo ese problema, más que nada con juegos de primera o tercera persona en los que la cámara se mueve rápida y bruscamente, como los "shooter", justamente mi tipo de juego favorito. A veces puedo aguantar solo quince o veinte minutos; o en ocasiones me olvido de la molestia y sigo por horas; o, muy pocas veces, me vuelvo invulnerable por un tiempo y juego sin inconvenientes.

No sé si sea algo psicológico o fisiológico, o tal vez una especie de regulador personal que evita horas prolongadas de juego. Puedo imaginar mi vida siendo mucho más gratificante sin tener un defecto como este, pero felizmente no es nada que niegue por completo cualquier posibilidad de disfrutar de los videojuegos. Podría irme mucho peor.


[El primer nivel de "007: Golden Eye"]


sábado, 13 de febrero de 2010

Gatástrofe


Against the run of the mill
Static as it seems
We break the surface tension
With our wild kinetic dreams
Curves and lines
Of grand designs

--Grand designs, de Rush


No creo haberlo escrito aquí antes, pero uno de mis animales favoritos es el gato. No puedo recordar desde cuando, pero hay algo en ellos y en los felinos en general que me gusta mucho. Siempre he tenido una conexión con los animales, especialmente con los perros, pero creo identificarme más con los gatos, es por eso que desde hace un buen tiempo he querido tener uno como mascota.

Debido a que vivo con mi abuela, ella es la que tiene la última palabra en lo que respecta a animales en la casa, así que no es tan simple como comprar o adoptar uno. Y sé que el escabullir uno y mantenerlo en secreto no es la mejor de las ideas, pero lo considero como un plan B. El plan principal, aunque está tomando más tiempo de lo que quisiera, me parece la mejor vía.

Hace más de un año atrás comencé a conversar con mi abuela sobre gatos. Solía preguntarle si alguna vez tuvo uno de mascota, si le gustaban y qué opinaba sobre ellos. Estas conversaciones no duraban mucho, puesto que no es amante de los animales, pero comentaba algunas cosas que había oído sobre un supuesto sexto sentido, algo relacionado a lo paranormal. Así que traté por un tiempo de aumentar ese pequeño interés hasta convertirlo en un buen argumento para tener un gato en la casa. Pero no funcionó. Pero no me rendí.

Seguí hablándole sobre los gatos. A veces era directo y le decía para conseguir uno, pero ella siempre se negaba sin dar pie a discusiones. Luego pasé a otro tipo de técnicas. Le preguntaba cómo lo llamaríamos si, hipotéticamente, teníamos uno; o qué raza le gustaba más; o dónde lo tendríamos; o cualquier otra pregunta que involucrase estar pensando seriamente en obtener uno. Hasta el momento me ha respondido de buena gana a cada pregunta, y aunque ninguna ha derivado en un "está bien, consigamos un gato", tampoco ha habido un "¡jamás tendremos un gato en esta casa y punto!".

Si bien no viviré con mi abuela el resto de mi vida, y cuando deje de hacerlo tendré completa autonomía para tener uno, sí me gustaría tener uno ahora. Hasta entonces seguiré ideando nuevas maneras para hacer cambiar de opinión a mi abuela, siempre sin caer pesado o insoportable y trataré de no llegar al extremo de meter uno a escondidas y tenerlo en secreto, como alguna vez hizo mi papá (con un perro y no un gato) antes que yo cuando vivía con mis abuelos.


jueves, 11 de febrero de 2010

¿Igual pero diferente?


Where's the beginning
If there's no end
Seems you're undecided

--Undecided, de James LaBrie


¿La gente realmente cambia?

Tengo ejemplos que corroboran cada postura, pero luego de meses dándole vueltas al asunto no puedo llegar a una conclusión definitiva, ya sea porque no estoy completamente convencido de ninguna o porque en este tipo de temas siempre es mejor no elegir los extremos sino buscar una explicación cercana al punto medio.

Inicialmente creía que no, que nadie realmente cambia. Puede parecerlo, el tiempo y las experiencias ayudan en la madurez de cada persona, pero en el fondo siguen siendo las mismas y, quizás en menor medida, seguirán cometiendo los mismos errores. Además, hay quienes no pueden o no quieren cambiar, y también quienes después de un cambio (asumiéndolo) regresan a ser como eran antes. Sin olvidar que existen personas que aseguran haber cambiado y que tratan de demostrárselo al resto mediante sus acciones, pero ellas mismas saben que solo están actuando. Como dije, tengo varios ejemplos que comprueban esto, pero ciertamente no son conclusivos.

Ahora me inclino un poco a pensar que sí cambian, teniendo en cuenta que cuando hablo de "cambio" no me refiero a uno definitivo. Hablar de un cambio es algo complicado, pues los hay de muchos tipos, pero si tuviera que hacerlo de manera general, y no necesariamente abarcando a todo ser humano sino a una mayoría, diría que sí existe, que sí es posible. Pero, repito, no definitivo. Y menos aún uno radical. Si una persona cambia, lo hace solo en algunos aspectos, no por completo y siempre hacia algo que le es familiar o que conoce. Todo esto, ligado a lo dicho en el párrafo anterior, me hace pensar que cambiar es más difícil de lo que uno podría creer, tanto porque no siempre se puede como porque no siempre se quiere.

Como dije, todavía no encuentro una respuesta que me satisfaga. Quería llegar a una conclusión antes de volver a escribir aquí, pero de seguro me habría tardado demasiado. Una frase que de cierta manera me ayuda a colocarme de un lado u otro del asunto es la siguiente, escrita por Milan Kundera en su novela Inmortalidad: "(...)es una pura ilusión pretender empezar en medio de la vida una "nueva vida" que no se parezca a la anterior, empezar, como suele decirse, desde cero. Su vida estará siempre construida del mismo material, de los mismos ladrillos, de los mismos problemas, y lo que en un primer momento les parece una "nueva vida" resultará muy pronto ser una simple variación de la anterior."



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