Mostrando las entradas con la etiqueta Conversaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Conversaciones. Mostrar todas las entradas

lunes, 16 de abril de 2018

Conversaciones ferroviarias (tercera parte)


In a place where nothing is real
Let me tell you how I feel

--The ghost of flowers past, de Moon Safari


S: En unos días se cumplirán cuatro años desde la última vez que hablamos aquí.
T: Pensé que no volverías. ¿Qué ha sido de tu vida?
S: Fui a vivir como me aconsejaste, pequeña, y ahora estoy de vuelta para contarte cómo me fue.
T: Debemos dejar de encontrarnos en tus sueños.
S: Me encantaría, pero en el mundo real ya no te conozco, y dudo que quieras verme.
T: Tienes razón. Bueno, entonces cuéntame lo que has aprendido en todo este tiempo.
S: Aprendí que soy un prisionero del pasado; la nostalgia que siento al mirar atrás ya no me causa satisfacción, sólo angustia. No me deja respirar.
T: Siempre con el melodrama. Cuéntame otra cosa.
S: Aprendí a ser más arriesgado, a aliarme con mis miedos antes que huir de ellos. Ahora soy más valiente y a veces hasta temerario; tengo mucho que probar, a mí mismo antes que a los demás, y no tengo nada que perder.
T: ¿Sigues con esa idea de que la vida te quiere vivo?
S: Siempre, y cada vez lo creo con más fuerza.
T: Sigues siendo muy ingenuo, por lo que veo.
S: Sí, pero no veo nada de malo en eso.
T: ¿Eres feliz?
S: Pregúntame otra cosa.
T: ¿Sigues pensando en mí?
S: Cada vez menos, con menor intensidad.
T: Bien, así debe ser. Y no te zafarás de la pregunta tan fácilmente. ¿Eres feliz?
S: No, por supuesto que no. La felicidad...
T: "No es un estado, es un proceso", lo sé. Lo dices siempre, pero con eso no dices nada.
S: Esta vez no te soñé, ¿sabes? Llevo un tiempo sin soñarte, sin buscarte por aquí. Eso me entristece, pero creo que es muestra de que poco a poco voy necesitándote menos. Siempre disfruté de nuestras conversaciones, y serán algo a lo que regresaré con dicha; hablarte siempre será uno de mis placeres. Pero ahora siento que no hay mucho más por decir.
T: También me da pena, pero es mejor así.
S: He ido a vivir como me aconsejaste, he probado más de la vida en estos últimos cuatro años que en décadas previas, he descubierto un mundo más grande del que me permitía admirar. Y por eso te agradezco. Te agradezco por escucharme cada vez, por abrirme los ojos, por siempre estar aquí para mí.
T: Siento como si estuvieras despidiéndote.
S: Ya no quiero seguir atrapado en los recuerdos, en los vagos retazos de memoria que se niegan a olvidarte. Pensar en ti me hace avanzar más lento y en ocasiones también me obliga a retroceder.
T: Te entiendo, ¿pero lo dices sólo por mí? Porque pareciera que te refieres a alguien más.
S: En cierto modo sí, pero tal vez me dirijo también a todas las mujeres cuyas vidas se han entremezclado con la mía.
T: Esta será nuestra última conversación, ¿entonces?
S: No lo sé. Sé que seguiré soñándote, en menor medida, pero no dejarás de influir en mi vida y en mis sueños. No me arrepiento de haberte conocido; todo lo contrario. Pero sí me duele haberte dejado de conocer.
T: ¿Puedo darte un último consejo?
S: Por favor.
T: Deja de tomar la vida tan en serio; incomódate, haz el ridículo, ríete de ti mismo. Y cuando seas feliz, sonríe también por mí.


Imagen: https://cdn.pixabay.com/photo/2018/02/04/00/47/landscape-3128819_960_720.jpg

viernes, 10 de octubre de 2014

Queriendo sin querer

Fuente: Archivo personal

Whatever you want to change
You better start changing your mind

--Stranger in your soul, de Transatlantic


Q: Comenzaba a recordar todas esas típicas frases motivacionales sobre alcanzar nuestras metas o vencer obstáculos si realmente nos lo proponemos, si lo deseamos con todas nuestras fuerzas.
R: Pensé que no creías en esas cosas.
Q: Hasta cierto punto siempre pensé que podría funcionar, más que nada por un tema psicológico. Algo así como darle dirección a las ideas y acciones por medio de un profundo sentido de logro, como si el solo pensarlo fuese fuerza suficiente para generar el cambio necesario para alcanzar lo que queremos. ¿Me explico?
R: No muy bien.
Q: Por ejemplo, tienes la frase "Querer es poder". Significa, básicamente, que si te propones de corazón obtener algo, lo conseguirás de una u otra manera.
R: Suena muy mágico e irreal.
Q: Claro, también lo veía así yo. Pero no las cosas no suceden porque sí, uno mismo actúa sobre ellas y genera consecuencias. Y de eso se trata esa frase y todas las miles que se le parecen. El cambio se dará en la medida en que uno mismo se lo proponga y haga algo, no al esperar que fuerzas místicas hagan el trabajo.
R: Y, bueno, ¿por qué estamos hablando de esto?
Q: Porque ahora estoy convencido de que esto verdaderamente funciona, el poder de la mente sobre nuestras acciones y sus desenlaces.
R: ¿Qué conseguiste?
Q: Todo lo contrario. Lo comprobé de manera inversa.
R: ¿Qué...? Pero no decías...
Q: Entendí que así como uno puede obtener algo si lo desea lo suficiente, también puede perderlo con igual facilidad. Uno no hace las cosas que no quiere hacer, no si en el fondo realmente no quiere hacerlas. Y esas fuerzas místicas no son más que nuestra propia motivación que puede actuar a favor o, en mi caso, en contra.
R: ¿Y qué perdiste, entonces?
Q: No necesitas saberlo para entender lo que trato de decir. Simplemente te diré que, probablemente, muy en el fondo no lo quería, y sabiéndolo o sin saber fui minando mi propio camino, fui saboteándome y dejando que las cosas sucedan en mi contra.
R: Debes estar metido en tremendo lío, entonces.
Q: Totalmente. Pero si pude perder, también me es posible ganar. Con gran esfuerzo, con un buen plan, pero posible, porque...
R: ¿Porque querer es poder?
Q: No. Porque no me queda otra opción.

martes, 22 de abril de 2014

Conversaciones ferroviarias (segunda parte)

Fuente: http://fc00.deviantart.net/fs23/f/2008/003/6/3/63e0dd7ceee7096f.jpg

If I had the time to ease my mind then maybe
I would fly

--Maybe, de The Jelly Jam


O: Anoche volví a soñarte.
P: Lo sé, estaba ahí.
O: Sigo sin entender por qué sigue sucediendo, pero he dejado de usar la cabeza para explicarlo, tal y como me aconsejaste.
P: ¿Y llegaste a alguna conclusión o sigues buscando tus respuestas?
O: Te escribí una carta hace unos años contándote todo con detalle, pero nunca me atreví a enviártela.
P: Tú y tus cartas. ¿Qué decías en ella?
O: Ya ni lo recuerdo. Su contenido no era lo importante, sino el simple hecho de poder escribirte, de saber que me leerías.
P: Lástima que nunca la enviaste.
O: Sí, una lástima.
P: Eres un cobarde.
O: Totalmente de acuerdo.
P: ¿Y harás algo para dejar de serlo?
O: Sobre eso quería hablarte. Quizás por eso te soñé esta vez, aunque prefiero no asumir nada. Desde la última vez que nos vimos ha pasado más tiempo del que nos conocimos.
P: Y crees que ya es momento de volver a conocernos.
O: Eres como quiero recordarte. No eres más que la representación de un recuerdo casi olvidado, no eres realmente tú, no eres la persona que extraño tanto, y definitivamente no sé quién eres ahora.
P: Me gustaría decirte que lo averigües, pero tus dudas son también las mías.
O: Y al final del día tus consejos son los míos, y tus palabras nada más que la extensión de mis pensamientos.
P: De cualquier forma, ya encontraste tu respuesta.
O: Así es.
P: Entonces deja de soñar, deja de reconstruir recuerdos y regresa a la realidad.
O: Pero...
P: Anda a vivir y luego me cuentas.

lunes, 24 de marzo de 2014

Todo fluye

Fuente: Archivo personal

Turn around and face the darker side of you
Turn around and face the damage that you do

--Season of denial, de Guilt Machine


M: Dicen que no hay circunstancia que pueda volver a darse de la misma manera, que nada nunca sucede de la misma forma dos veces, y que la impredictibilidad de cualquier hecho es lo que define su unicidad.
N: Y, sin embargo, aquí estamos nuevamente.
M: No de nuevo, no los mismos.
N: Sí, supuestamente con más experiencia, pero no la suficiente para evitar cometer el mismo error del que todavía te arrepientes.
M: No será un error si logro que en esta oportunidad dé resultado.
N: Sabes bien que no hay final feliz en este tipo de cosas. Lo has vivido ya suficiente para entender que siempre habrá un culpable, y la posición que adoptas te lleva más y más cerca de ser considerado como tal.
M: Ponte en mi lugar por un segundo. Imagina que en tus manos recae la decisión de conseguir algo que quieres desde hace mucho tiempo, algo que has buscado en tantos lugares y que siempre se ha escapado por entre tus dedos. Imagina que con solo dar un paso en la dirección correcta estarás encaminado a conseguirlo. No es seguro que des con ello, pero estarás más cerca de lo que jamás has estado antes. ¿Por qué dejar pasar esa oportunidad?
N: Porque algunas decisiones afectan a otros además de a ti, y esta es claramente una de ellas. ¿Arriesgarías el bienestar de otros por un vano intento de ser feliz?
M: Si no lo hago pasaré el resto de mi vida con algo más por lo que arrepentirme.
N: Puedes ver que no importa qué decisión tomes, te culparás de una u otra forma.
M: No si consigo que funcione.
N: Entonces serán otros los que te culpen.
M: Y todo habrá valido la pena.

jueves, 14 de febrero de 2013

Fuerza y consecuencia

Fuente: http://fc01.deviantart.net/fs71/i/2012/055/5/9/true_words_by_greybeardlegend-d4qs4pt.png

The words come back to me
And speak to me
As fragile as a whisper on the wind

--Con todas las palabras, de Subsignal


K: Es cierto que al momento de reinventarnos conservamos mucho de lo que inicialmente fuimos, ¿pero sería posible que algunas partes se extravíen durante la transformación?
L: ¿A qué te refieres?
K: Pensaba que tal vez, mientras nos encontramos en pleno proceso de cambio, mientras nos encaminamos a convertirnos en algo mejor o más grande de lo que ya somos, dejamos de lado ciertas ideas, sensaciones y actitudes.
L: Pues claro, sino ¿qué cambio habría?
K: No me refiero a lo que voluntariamente cedemos, sino a las partes intrínsecamente nuestras que por la necesidad de cambio extraviamos.
L: ¿Cómo qué?
K: Lo explicaré desde mi propia experiencia.
L: Dale.
K: Años atrás me dije a mí mismo que jamás renunciaría a mi pasión por las palabras, fuese prosa o lírica, que aquéllas serían mis principales instrumentos de expresión, y a través de ellas sellé el juramento.
L: Lo recuerdo.
K: Y si bien la pasión nunca murió, otras comenzaron a nacer y a tomar más de mi atención y de mi tiempo. Y así perdí gran parte de la sensibilidad que acompañaba mis ratos de lectura y escritura.
L: Te volviste indiferente...
K: No, lo que sentía no llegaba a ser indiferencia, porque cada vez que me aproximaba a las palabras lograba tener una vaga sensación de...de...
L: ¿De qué?
K: No encuentro la palabra, no sé cómo describir ese sentir sin dejar de decir tantas otras cosas, tantas otras sensaciones que van unidas a él. Y ese, exactamente, es mi punto. Al reinventarme, al encontrar nuevas maneras de expresión, creo haber perdido buena parte de la capacidad de hacerlo por medio de las palabras.
L: Tal vez tengas razón, tal vez es cierto que al cambiar también dejamos de lado otras partes de nosotros mismos que no queremos perder. Pero en este caso, tu caso, creo que te equivocas. Escúchate y léete y verás que tengo razón.
K: Todo lo que escribo son palabras vacías, y eso no es suficiente para mí. Detrás de cada frase debe ir una vivencia, una sensación que la fortalezca, ya sea para el lector o para el escritor. Si ninguno puede engancharse con lo lee o lo que escribe, respectivamente, entonces el contenido ha fallado en expresar lo que debería, y lo que queda son solo oraciones despojadas de significados. Lo que importa, lo que finalmente debe prevalecer, no es la palabra por sí sola, sino también la emoción que le da vida y la que se genera a partir de aquélla.
L: Puede que sea como dices, pero también es cierto que lo que alguna vez se extravió puede volver a encontrarse.
K: Precisamente por eso escribo.

lunes, 28 de enero de 2013

El último es el paso más importante

Fuente: Archivo personal

Have you lived a lifetime today
Or do you feel like you just got carried away?

--The stars look down, de Rush


I: Por años he estado listo para todo, listo para enfrentar lo que sea que hiciese falta encarar. Pero a pesar de mi disposición, nada pasa; nada nunca pasa.
J: ...
I: Las han habido veces en que he esperado sentado, y veces también en las que me he resuelto a actuar. Así que no puede decirse que no he intentando ni mucho menos que no he aguardado pacientemente.
J: ...
I: Pero son todos intentos fallidos y todas esperas en vano. Uno puede estar listo el resto de su vida, puede prepararse con antelación para cualquier circunstancia; puede planear los cursos de acción y puede prever las consecuencias de cada acto, pero nada de eso sirve si nunca pasa nada.
J: ...
I: Estar listo funciona, pero se torna aburrido cuando el mundo es reducido a lo predecible, cuando se logra lo propuesto pero no se consigue lo anhelado. La sorpresa se esfuma por completo.
J:
I: Por eso lo dejo todo y elijo dedicarme a un solo momento, a saber que existes, que me escuchas y que después de tantas palabras echadas al aire alguna llegue a ti y me reconozcas; que sepas quién soy, de dónde vengo y cuántos pasos más habré de dar hasta que nuestros caminos se crucen. Porque no importa si he de buscar toda la vida mientras sepa que algún día te encontraré. Y para eso y nada más verdaderamente necesito estar listo. Para sorprenderme. 
J: ...
I: ...

domingo, 20 de mayo de 2012

El mundo allá afuera

Fuente: http://fc01.deviantart.net/fs50/f/2009/273/4/2/Living_in_a_Bubble_III_by_KevLewis.jpg

Never so sure
We always take more
Though we still don't know what it's for

--The space between, de Zero 7


G: ¿Recuerdas que alguna vez te hablé de los espacios personales?
H: No...
G: Sobre los límites invisibles que cada persona crea alrededor de sí misma sin ser consciente de ello, una suerte de frontera de comodidad expresada en la distancia que solemos mantener cuando nos relacionamos con otros. Dependiendo de la confianza con la otra persona, uno va reduciendo su frontera, como si permitiese que entrase en su espacio o compartiese parte de él.
H: ¿Y qué con ello?
G: ¿Te imaginas si dichos espacios fuesen físicos? Algo así como burbujas, transparentes y maleables hasta cierto punto, pero que aún así continuasen pasando desapercibidas. Sería la forma perfecta de explicar por qué a veces advertimos el pequeño choque que ocasiona quien se nos acerca demasiado, o por qué sentimos cierto vacío cuando alguien con quien hemos compartido nuestro espacio se aleja.
H: ¿Pero estas burbujas no serían una manera de aislarnos?
G: Es una forma natural en que los seres humanos definimos nuestro universo personal, y hay quienes desean y hasta necesitan áreas más grandes, pero no habría aislamiento. A menos qué...
H: ...
G: Tal vez algunos poseen la capacidad de opacar sus burbujas, de nublar la visión pasada su propia frontera, y así se tornan voluntariamente ciegos a los ires y venires del mundo. Se encierran en sí mismos y niegan la vida que ocurre más allá de lo que consideran suyo.
H: Como si prefirieran desligarse de los demás.
G: ¡Exacto! Tal vez así es como nace la antipatía o el desinterés.
H: Que se vayan al diablo, entonces, por no querer ver.
G: No... Quizás no todos los que dejan de ver se han tapado los ojos o han oscurecido su mundo por decisión propia. Es posible que quienes posean burbujas opacas no sepan aclararlas. Tal vez algunos de los que no intervienen sólo necesitan un poco de ayuda. Quizás... Quizás...
H: ¿Quizás qué? ¡Oye! ¿Adónde vas?
G: Ya regreso. Tengo que hablar de algo importante con alguien...y reventar su burbuja.

martes, 8 de noviembre de 2011

En su lugar


Can I suggest that you invest in something more than hopelessness?
Before you know, the ride is over

--In my life, de The Rasmus


C: ¿En qué piensas?
D: Hace un tiempo me di cuenta de lo poco que conozco a personas que veo y con quienes me cruzo casi a diario desde hace ya unos años. Saber sus nombres y manejar un poco de información sobre ellas no implica que las conozca; no sé de sus historias, no tengo idea de sus gustos, intereses, metas ni sueños; ignoro por completo cuáles podrán ser sus miedos o qué los pondrá tristes.
C: Ya tienes amigos a quienes conoces muy bien, ¿por qué querrías conocer al resto?
D: Dejaré tu pregunta para otro momento. Con respecto a mis amigos, pues, justo en base a ellos es que nació el pensamiento anterior. ¿Hasta qué punto puedo decir que los conozco?
C: ...
D: Luego de reflexionar a partir de aquel pensamiento, quise darle un cambio a mi forma de ver a las personas que considero cercanas, particularmente a mis amigos; quise averiguar un poco más sobre sus vidas, interesarme por ellos, es por eso que empecé a hacerles preguntas sobre todo aquello que creía que podría darme una mejor luz sobre quiénes eran.
C: ¿Funcionó?
D: Pensaba que sí, hasta ayer lo creí así. Pero uno de ellos dijo algo que me hizo cambiar de parecer.
C: ¿Qué dijo?
D: Que con mis preguntas y sus respectivas respuestas iba armando una imagen de ellos, imagen que no necesariamente les podía corresponder, y que en base a ella pretendía entenderlos. Fallidamente, agregaba.
C: ¡Absurdo! Según tú lo que quieres es conocerlos, no entenderlos.
D: Eso pensaba, pero ¿conocer a alguien, realmente saber sobre una persona, no implica llegar a entenderla hasta cierto punto?
C: No lo creo.
D: Yo no estoy tan seguro. Todo este asunto me hace ver que pude haber estado haciendo las preguntas equivocadas. O peor aún, el hacer preguntas podría ser en sí una equivocación. Tal vez la mejor manera de conocer a alguien no es por medio de preguntas y respuestas, sino a través de actos; tal vez el quid de la amistad yace en las experiencias compartidas. Quizás se trate de un poco de todo. La verdad es que ya no lo sé.
C: Te complicas la vida por gusto.
D: Puede que tengas razón, pero me parece importante pensar en eso.
C: ¿Puedo darte un consejo?
D: Dale.
C: Antes de pedir conocer al resto, tómate un tiempo para conocerte a ti mismo y para darte a conocer a los demás. No se tú, pero me parece más importante pensar en esto que devanarte los sesos debatiendo contigo mismo sobre el significado de la amistad y la esencia del conocimiento.
D: Pero...
C: Eso es todo. Ahora anda a vivir y luego me cuentas.

viernes, 27 de mayo de 2011

Óculo mudo


Build a stronghold
Of keepsakes and air
And dreams you can cling to
After the magic has all gone

--Eyes wide open, de Sieges Even


A: Vivo en los ojos de la gente, y desde ella soy. Parido en la tierra entre parpadeos de un observador inexperto, fui asimilado a la visión del mundo.
B: (Silencio).
A: Como una minúscula mancha en el rabillo del ojo me sostengo ignorado por tu conciencia, pero presente en el revés de tus pensares, donde he diseñado el último cobijo al que me arrimaré antes de ser barrido por tus lágrimas.
B: (Silencio).
A: Soy lo que se espera de mí, lo que se quiere ver.
B: (Silencio).
A: Soy tal cual me perciben, no como me siento ni como respiro. Vivo en los ojos de la gente; vivo y sin vida propia.
B: (Silencio).
A: Que cierren sus ojos y me dejes ser libre, al fin libre para ser, sólo ser, y no dejar de serlo. Un descanso, un respiro, un cese parcial siquiera, o la promesa de uno.
B: (Silencio).
A: O dame tu silencio, otra vez otro silencio, y ahoguemos las memorias en él. Hasta ver mi nacimiento en otra mirada. Hasta ver...
B: (Silencio).

martes, 8 de marzo de 2011

Un idiota feliz


Say a prayer for the pretender
Who started out so young and strong
Only to surrender

--The pretender, de Jackson Browne


Y: ¿Por qué nadar contra la corriente si es más fácil dejarse llevar?
Z: ¿Por qué seguir a las masas cuando uno mismo puede fabricar su camino?
Y: El que niega sin razón no es más que un rebelde que sólo busca ser eso.
Z: El que sin pensar sigue a otros deja que estos controlen su vida.
Y: El inconformismo es una lucha perpetua contra un orden que funciona.
Z: Es tarea del conformista pretender que tal utópico orden realmente existe.
Y: Mira que no eres más que un genio miserable.
Z: Cualquier cosa antes que un idiota feliz.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Síndrome del conejo blanco


Wait in line
'Till your time
Ticking clock
Everyone stop

--In the waiting line, de Zero 7


W: Estaba pensando en el tiempo...
X: ¿Qué con él?
W: ¿Por qué a las personas nos cuesta esperar? ¿Por qué estamos acostumbrados a ver resultados de manera inmediata o a corto plazo? ¿Por que nos sentimos ansiosos cuando algo tarda más de lo esperado en suceder?
X: Porque el tiempo es dinero.
W: Visto desde un ámbito relacionado con los negocios, tal vez. Pero en la vida diaria no se trata de dinero, se trata del tiempo en sí. El mundo vive en un constante apuro.
X: Quizás porque esperar es una pérdida de tiempo.
W: Quizás se sienta así, pero no lo es. Además, hay quienes quieren ganar tiempo y hasta toman atajos para conseguir más de aquél, pero una vez que lo consiguen no saben qué hacer con él. Ganan tiempo para luego "matarlo".
X: Entonces, ¿qué propones?
W: Hace tiempo escuché de una investigación en la que se entrevistaba a varias personas que se quejaban de no tener más tiempo para pasar con sus familias, para relajarse o para dedicarlo a sus intereses, pues el trabajo se los impedía. Se les presentó un caso seguido de una pregunta: de tener un día más en la semana para hacer lo que quisieran, ¿cómo lo utilizarían?
X: ¿Y qué respondieron?
W: La respuesta parecería obvia, pero la mayoría dijo que lo aprovecharía para ponerse al día con el trabajo.
X: Pero entonces ahí tienes la respuesta que buscabas en un principio, a la gente no le gusta esperar porque tiene cosas que hacer, responsabilidades que atender. Realmente se pierde el tiempo.
W: Pienso que el error está en ver el tiempo como dinero, tal y como mencionabas. A más tiempo, más horas de trabajo, por lo tanto más dinero; y, en consecuencia, una vida más "tranquila".
X: Ya no sería un problema con el tiempo, sino con el dinero.
W: Por como lo veo, el dinero siempre ha tenido y tendrá sus problemas. Pero el tema con el tiempo, la espera y las personas... Creo que ahí sí habría solución.
X: ¿Cuál?
W: No lo sé, dame un par de minutos para pensarlo.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Recursos


Alejar a la complejidad,
Ignorar la formalidad

--Nunca, de Aliados


U: Me andaba preguntando... ¿Qué hiciste con ese bloqueo que no te dejaba escribir?
V: ¿Cuál de todos? ¿El que hacía sudar mis manos, el que zumbaba en mis oídos o el que me tenía inquieto en la silla? ¿O te refieres al que interrumpía la ilación de ideas que iba teniendo?
U: Supongo que todos ellos.
V: Conozco un truco bastante eficaz para romper con la influencia de los bloqueos, uno que descubrí de la manera más curiosa.
U: ¿Cómo?
V: Años atrás, durante uno de estos momentos de dificultad para escribir algo, cualquier cosa que conseguía anotar en el papel me sonaba poco elaborado y hasta aburrido, como si le hubiese dado más vueltas de las necesarias y sólo hubieran quedado las partes insulsas de una potencial gran idea. Cansado de pasar horas frente a una hoja garabateada, decidí escribir lo que fuese llegando a mi cabeza sin importar cuán absurdo sonase o pareciese, y así nació una gran conversación entre dos partes de mí mismo, un cuento con una moraleja demasiado tonta, un par de chistes estúpidos y la mitad de una canción erótica.
U: No entiendo, si no podías escribir, ¿cómo terminaste inventando todo eso?
V: En lugar de ir contra el bloqueo, dejé que éste eligiera las ideas por mí. Si sólo podía pensar en zapatos parlantes, entonces escribía sobre ellos; todo una historia sobre cómo desarrollaron el habla, las aventuras por las que pasaron y qué aprendieron con la experiencia. El punto era trabajar con el bloqueo, usar su propia fuerza para ayudarme a vencerlo a sí mismo, como trepar una catarata nadando.
U: Pero... Eso es imposible.
V: No es imposible, es estúpido. Y funciona siempre.

sábado, 30 de octubre de 2010

Seamos pragmáticos


I'm not crazy, I'm just a little unwell
I know, right now you can't tell
But stay awhile and maybe then you'll see
A different side of me

--Unwell, de Matchbox Twenty


S: Hola.
T: ¡Hola! ¡Qué bueno verte!
S: ¿Cómo estás?
T: Bien, todo muy bien. ¿Tú qué tal?
S: Pues... La verdad es que podría estar mejor. Ando sin chamba desde hace un mes; me despidieron por llegar tarde cuatro días seguidos, todo porque mi ex-mujer se quedó con el carro después del divorcio y ahora tengo que movilizarme en combi. No me alcanza ni para tomar taxi... Trataba de despertar más temprano, pero el perro de al lado ladra toda la noche y es imposible dormir tranquilo, así que termino durmiendo de más. Estas semanas estoy que busco trabajo, pero ando sin suerte. Nadie parece interesado en contratarme y, lo que es peor, los amigos que me debían favores se han desaparecido. Tampoco sé durante cuánto más pueda seguir pagando el alquiler de mi departamento con lo que me queda en el banco. En fin, ya veré qué hago.
T: No tenías que contarme la historia de tu vida.
S: Entonces la próxima vez no preguntes.

martes, 12 de octubre de 2010

Tentaciones


Sinner or saint, for me it's all the same
I have grown so tired of this masquerade

--Morpheus in a masquerade, de Magic Kingdom


Q: Hoy tenía unas ganas increíbles de escribir, sabes.
R: ¿Y por qué no lo hiciste?
Q: Porque los motivos que me impulsaban a hacerlo no brotaban de mí, sino de factores completamente ajenos.
R: Siempre podías haber desempolvado alguna máscara y aprovechar el anonimato para escribir por medio de mentiras.
Q: Eso hubiera supuesto regresar a lo que alguna vez fui, y una vez tras la identidad falsa quién sabe cuántas más habría asumido, cuánto más hundido hubiese terminado.
R: Pero si lograste encontrarte una vez, ¿eso no implicaría la capacidad de volver a hacerlo?
Q: Cuando se tiene la habilidad para ser cualquiera, cuando puedes ser todos, eres nadie a la misma vez. Regresar de ese estado es prácticamente imposible, por eso no pienso arriesgarme a poner máscaras sobre mi rostro nuevamente cuando sé que abusaré del poder que supone tener una identidad falsa.
R: Entonces... ¿Qué harás para escribir si las ganas son impuestas?
Q: Pues lo más evidente. Simplemente no lo haré.
R: ¿Y dejarás la página en blanco?
Q: Cada vez que sea necesario.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Pecho bueno, pecho malo


I sat in the room with a view
The girl in the photograph knew
Can't you see?
Why is she laughing at me
?

--Fadeaway, de Porcupine Tree


O: Recuerdo aquella conversación que tuvimos hace más de un año atrás, cuando me contabas acerca de tus sueños, de cómo tu vida no era como la había planeado; que no tenías nada de qué arrepentirte y que nunca habías hecho nada malo, lo cual te aburría. Ese mismo día anoté lo que hablamos y me propuse ayudarte a cambiar, mostrarte que una vida sin arrepentimientos no es aburrida, que hay todo un mundo lleno de nuevas experiencias.
P: ¿Y lo conseguiste?
O: No lo sé. Hay veces en las que te veo muy feliz, y otras en las que te siento muy lejana, como si cada uno de mis intentos por ayudar fuesen los motivos por los que poco a poco nos hemos ido viendo menos y que nuestras conversaciones suelan acabar prematuramente.
P: Creo que te equivocas. Creo que sí soy feliz, que siempre lo fui.
O: No sabes lo que dices.
P: Sea o no una representación mental de la persona con la que quisieras estar hablando en este momento, no puedes escapar de la verdad.
O: ¿Qué verdad?
P: Quien ha cambiado eres tú.

jueves, 12 de agosto de 2010

¿O sí?


I don't think I'll be staying
Around here, anymore

--Passing by, de Zero 7


M: Ella ve al amor de su vida en una vieja fotografía, tiene por seguro que lo hallará tarde o temprano, en el lugar donde ahora espera sentada, pero desconoce los detalles del encuentro. Durante varias horas, cada día, permanece en esa banca con la mirada pegada en su imagen, piensa en él y en lo feliz que serán juntos, en la maravillosa vida que tendrán. Me hace pensar en aquella vez en la que un hombre se le acercó. Tomó asiento a su lado, comentó el hermoso paisaje, le relató una breve anécdota, se presentó, le habló cordialmente y le propuso ir a tomar un café. Ella, todo ese tiempo concentrada en la foto, declinó la invitación y le explicó que esperaba a alguien, que era muy importante que se quedase ahí. Él lo aceptó decepcionado, y luego de unos minutos de silencio se levantó y se fue sin poder decir adiós. No sé qué me causa mayor pena, pensar que dejó ir al amor de su vida (el mismo que aparecía en la fotografía) o que dejó pasar la oportunidad de encontrar la felicidad con alguien más.

N: ¿Qué más da? No es como si hubieses sido tú quien se sentó a su lado.

jueves, 15 de julio de 2010

El mensaje entre líneas zigzagueantes

Unattainable heights they tower above
Drive the bravest man to give up
We know it has been scaled before but how
Can you tell me - do you comprehend?

--Message from the mountain, de Frameshift


K: ¿Nunca te ha sucedido que conversas con alguien sobre diversos temas y, a pesar de pasar horas hablando, ninguno llega a entenderse en lo absoluto?
L: No, nunca.
K: A lo que voy es que ambos pueden estar comunicándose de la misma manera, estar refiriéndose a exactamente lo mismo dentro de un tema específico, y aún así no llegar a un punto en común.
L: No, sigo si entenderte.
K: Es como si estuviesen hablando en un segundo nivel, cada uno tratando de ponerse en la perspectiva del otro respecto a lo que uno mismo está diciendo.
L: No me estás poniendo las cosas más claras.
K: Imagina que ambos quieren averiguar la postura del otro acerca de algo particular, pero ninguno la da de forma abierta, sino que prefieren dar opiniones que, luego de interpretadas, podrían llevar a descubrir aquella postura.
L: ¿Y por qué tanto problema para decir algo si al final lo van a decir con otras palabras?
K: Porque no se trata de la forma en la que se manda el mensaje, sino de probar el suelo antes de darlo.
L: Entonces, nadie quiere dar el primer paso.
K: A nadie le gusta ponerse en una situación de vulnerabilidad.
L: ¡Qué complicadas son las personas!
K: Tú lo has dicho.

jueves, 17 de junio de 2010

Sombras


Shapes of every size

Move behind my eyes
Doors inside my head
Bolted from within

--Shadow on the sun, de Audioslave



I: ¿Adónde te has ido?
J: ... (silencio)
I: Eres la metáfora de mi vida, y no consigo asirme a la idea de un mundo donde mis fantasmas te conozcan mejor que yo.
J: ... (silencio)
I: Anoche me dijeron que pidiera algo, cualquier cosa, y que, si alguna vez llegaban a dármelo, me haría feliz para siempre.
J: ... (silencio)
I: ¿Sabes lo que pedí?
J: ... (silencio)
I: No lo diré hasta que me hables.
J: ¿Qué pediste?
I: Pedí algo que ya tengo.
J: ... (silencio)
I: Y ahora no sé si esto es la felicidad.
J: ... (silencio)
I: ... (silencio)

domingo, 25 de abril de 2010

Psicología inversa al revés



Wake me, I'm ready

Somethin' don't seem right

I was dreamin'
I was talkin' to you


--No way back, de Foo Fighters


G: Anoche escuchaba mi canción favorita mientras intentaba dormir y recordé a una persona valiosa.
H: ¿No querrás decir que "volviste a pensar" en esa persona?
G: Pues sí, la verdad es que no la olvido, solo entra y sale de mis pensamientos cada cierto tiempo. Generalmente sueño con ella y el día siguiente no hago más que desear verla y hacer las paces.
H: ¿Por qué no lo haces?
G: Porque ya he pasado por eso tantas veces que esta persona no quiere ni verme.
H: Un año no es demasiado tiempo, pero tal vez necesite más tiempo. O quizás seas tú quien lo necesite.
G: Puede ser. A veces pienso que volveré a cometer los mismos errores, creo que también es por ello que no intento restablecer la comunicación.
H: Pues me parece bien, no deberías. Si la idea de fallar está en tu cabeza, pienso que inevitablemente conspirarás contra ti mismo, incluso si es de manera inconsciente, y fallarás irremediablemente.
G: O tal vez lucharía contra este pensamiento, daría mi mejor esfuerzo por resolver las cosas y probaría que realmente he cambiado, al menos un poco.
H: No, no lo creo. Mírate, eres un desastre. Vives en el pasado, no tienes planes para tu futuro, solo piensas en las cosas que hiciste mal.
G: Lo dices como si fuese algo malo. ¿Y quién eres tú para criticarme o decirme lo que debo hacer?
H: Si quieres lo repito: eres un desastre. El mismo de siempre, con los mismos defectos y la misma capacidad de echar todo a perder.
G: ¡Te demostraré que no es así!
H: ¿Qué vas a hacer?
G: ¡Voy a comunicarme con esta persona y resolver el problema! ¡Voy a mejorar las cosas!
H: Perfecto, mi trabajo aquí está hecho.
G: ¿Cuánto te debo?

miércoles, 10 de marzo de 2010

Análisis al paso


Some people get by
With a little understanding
Some people get by
With a whole lot more

--More, de Shaman



E: Tu caso es típico: me cuentas sobre estas extrañas aventuras porque necesitas que alguien más lo sepa, de esa manera sientes un alza en tu autoestima una vez que tus acciones son aceptadas, todo ello siempre y cuando yo reaccione de forma positiva y dé cuenta de algún tipo de admiración hacia lo que has hecho. Si, por el contrario, reacciono negativamente entonces defenderás tus actos como si no te importase lo que piense yo o cualquier otra persona, lo cual contradice el acto inicial de contarme sobre tus acciones.


En un tercer caso, de responderte con indiferencia, tomarás una postura semi-agresiva y procederás a llamarme "lento" o "aburrido", como si yo mismo no tuviese aventuras propias o como si no hubiese "vivido" tanto como tú. Indistintamente de que sea o no cierto que hiciste tales cosas, necesitas la aceptación de otros para poder sentirte bien o para saber que lo hecho es correcto y digno de ser repetido. No digo que esto esté mal, pero es evidencia de baja autoestima o de inseguridad.

F: ¿Me estás llamando mentiroso?


LinkWithin

Related Posts with Thumbnails