Fuente: http://img07.deviantart.net/0528/i/2012/198/3/4/yo_videogames__by_ry_spirit-d57k3ay.jpg
And walk out as the winner
When you own the game
--Game of life, de Circus Maximus
He mencionado mi pasión por los videojuegos en varias ocasiones, pero en ningún momento mencioné que llevé este gusto desenfrenado hasta el ámbito profesional. Dos años atrás, fui invitado a colaborar como diseñador en un estudio de videojuegos peruano gracias a mi experiencia en juegos de rol y a un amigo que conozco por más de veinte años.
Desde muy chico me imaginaba teniendo un trabajo en el mundo de los videojuegos, pero era una ilusión que veía muy lejana, un gusto que creía no sería satisfecho a menos que viviese y estudiase en el extranjero. Mi yo del pasado no tenía la más mínima idea de lo que le esperaba. Y, si se lo hubiese dicho, ni en un millón de años lo habría creído.
Wongcito, lector de este blog y uno de los dueños de dicho estudio, ha jugado Calabozos y Dragones conmigo desde que estábamos en el colegio, conocía mi amor por los juegos y sabía que manejaba varias mecánicas de juego. Debido a ello, apostó por mí al hacerme parte de su empresa.
Sé que es sueño de todo (o casi todo) geek trabajar en la industria de los videojuegos; sin duda era el mío. Justamente por esto es que puedo asegurar, sin un asomo de duda, que he cumplido uno de mis sueños. ¡Y de qué manera! Dos años llenos de vivencias singulares haciendo juegos, diseñándolos, probándolos, creando historias, construyendo niveles y conociendo a gente como yo, gente que ama este mundo.
Han pasado dos años desde que entré a la industria, pero hace un mes tuve que retirarme para concretar otras metas y cumplir responsabilidades pendientes. Sin embargo, la puerta permanece abierta, y acabado este año espero tener la oportunidad de regresar a seguir haciendo lo que me encanta.
Lo que viví en ese estudio, las experiencias que tuve y las personas que conocí pueden estar estrechamente ligados a los videojuegos, pero los trascienden en su totalidad. Por eso reservo un amplio espacio en este blog para escribir, en los meses por venir, tanto como pueda sobre lo que aprendí. Sin duda queda mucho por contar, mucho que no quedará sin ser dicho.
2 comentarios:
La puerta siempre estará abierta.
Gracias, Wongcito, espero pronto poder cruzarla.
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