lunes, 14 de diciembre de 2009

Las piezas del rompecabezas humano (primera parte)


I remember you told me once
What could be the answer to it all
The answer to my soul

--Alive, de Circus Maximus



La última semana he tenido la cabeza enfocada intensamente en un tema, que es derivado de muchas de las cosas que me han sucedido a lo largo del año, y a la cual aún no consigo respuesta. Quizás escribiéndola pueda tener la idea más clara.


Imaginando que la vida es una enorme caja de un rompecabezas infinito, y que cada uno de nosotros, cada decisión, cada acto y cada experiencia es una pieza, se podría ver la existencia, y lo que vamos adquiriendo en ella, como el encaje de diferentes partes de este rompecabezas. Es como si nuestra vida estuviese compuesta por piezas iniciales (genética, factores hereditarios), y que mientras pasa el tiempo vamos añadiendo más de ellas (experiencias, aprendizajes). La metáfora puede ser algo confusa, pero quería presentarla porque fue con ella como di con la idea principal y como he intentado confrontarla: Dentro de aquellas piezas sobre las que tenemos control (decisiones y actos, por ejemplo), ¿cómo podemos saber cuáles son las indicadas? Básicamente, ¿cómo sé que lo que hago es lo mejor?

Es fácil responderlo cuando vemos hacia atrás, el camino que nos ha traído hasta donde estamos, pues ya sabemos las consecuencias de nuestras acciones. Lo difícil es proyectarnos en el futuro con este poco conocimiento, que puede o no ayudarnos. Cuando se trata de decisiones de alta importancia, lo más probable es que no nos quedemos solo con lo que hemos aprendido sino que busquemos consejo en aquellos que saben más. El problema se presenta cuando la respuesta que buscamos no es tan simple como un "sí" o un "no", cuando luego de juntar nuestra experiencia con la de otros nos vemos en la seria tarea de encontrar la solución con estos elementos, que no siempre serán los necesarios. Si lo viésemos como un examen, sería uno de "a libro abierto", donde la respuesta no se encuentra exclusivamente en la información que ya tenemos. Lo que vale es el uso adecuado del sentido común, del criterio y de un razonamiento que tomen en cuenta cada factor que pueda estar ligado con el rollo del asunto.

Hablando en términos concretos, tengo dos asuntos en mi vida que me llevan a pesar en todo esto, uno específico y el otro mucho más general que abarca al anterior. Pero para no hacer este post más largo de lo que ya es, dejaré este tema para mañana o pasado.

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