Fuente: http://fc01.deviantart.net/fs15/f/2007/076/1/3/Sunrise_by_AdonisWerther.jpg
He's got to make his own mistakes
And learn to mend the mess he makes
--New world man, de Rush
Hoy me puse a pensar en los nuevos comienzos, en cómo la vida nos presenta con incontables situaciones nuevas que dan lugar a novedosas experiencias. Sin lugar a dudas, cada comienzo no está exento de significados, no damos inicio algo con la pizarra en blanco, sino que llevamos con nosotros todo un bagaje de vivencias y pensamientos; la naturaleza de cada principio no nos es del todo desconocida, y es gracias al conocimiento que tenemos de ellas que podemos elegir cómo vivirlos. Me explico.
Cada nuevo comienzo nos da la oportunidad de mejorar todos aquellos aspectos que en veces anteriores nos causaron dificultades; empezar de nuevo, incluso en una situación diferente, es como recibir una segunda oportunidad, nos permite seguir avanzando teniendo cierta idea de cómo no volver a fallar en lo mismo. Empezar en un colegio nuevo, diez años atrás, me abrió las puertas a un universo de inmensas posibilidades de cambio; lo mismo al matricularme en una academia pre-universitaria y en cada curso que he llevado en la universidad. No tanto por el lado académico y sí en el tema de las interacciones sociales, mi "talón de Aquiles" por buena parte de mi vida.
Cada comienzo en esos lugares me permitía ser quien yo quisiese, dar la mejor impresión posible y agradar a todo el que pudiese, con el riesgo de llegar a ser un gran hipócrita y de perder noción de mi identidad. No fue sino hasta mis primeros ciclos en la universidad que pude romper con el terrible defecto de querer complacer a los demás, un poco por ganar enemistades y perder amistades debido a mi tonta actitud, pero más que nada por una cuestión de madurez y una mejora en la visión que tenía de mí mismo.
Hoy entiendo que es normal querer mostrarse lo mejor posible a los otros, pero cambiar de acuerdo a las expectativas ajenas es llegar al límite. Ser uno mismo puede ser difícil, especialmente si uno no se siente a gusto con quien se es o si los demás presentan razones para dudar de nuestra valía; pero al final del día, incluso si se trata de un día especialmente largo, saber que nos somos fieles es recompensa mayor que la aceptación de aquellos que buscamos impresionar. Por todo ello, los nuevos comienzos son la ocasión perfecta para probarnos que podemos ser mejores sin dejar de ser quienes somos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario