So we've grown from the ways we were
To the ways we are
--Fallout, de Devin Townsend
Llevo jugando por más tiempo del que me siento orgulloso un famoso (o infame) videojuego llamado Marvel Puzzle Quest. Escribo sobre él por varias razones, siendo una de ellas el cumplimiento de 200 días seguidos de juego el día de hoy. Sí, seguidos.
El juego no es espectacular, ni siquiera cuenta con buenas reseñas y tiene un porcentaje de aceptación del 69% en la plataforma Steam de Valve. Pero es uno de mis juegos favoritos, sin importar lo que digan de él. Si bien es gratis, los jugadores impacientes pueden pagar desde cinco a muchísimos más dólares para obtener beneficios que tomaría semanas y hasta meses conseguir de otra manera. Admito haber caído en esa tentación una vez, sólo al principio, y sólo para recibir un pequeño empujoncito, el suficiente como para estar donde estoy hoy.
Lo que me gusta del juego, a pesar de su aparente simpleza, es la variedad de personajes de Marvel que se puede conseguir, así como los poderes posibles de desbloquear, mejorar y utilizar. El sistema de juego está diseñado para recompensar al jugador dedicado, pero dejándolo con ganas suficientes de seguir jugando incluso si no hay nada nuevo por hacer. Ya sea mejorar héroes y heroínas, ampliar el almacenamiento de personajes o desarrollar sus habilidades, una vez que empiezas, sabes que debes seguir o sufrir las consecuencias.
He logrado obtener casi cincuenta superhéroes, muchos por encima del nivel 100; he quedado en primer lugar en un par de eventos diarios; y soy parte de un grupo exclusivo de jugadores diarios. Y pesar de todo ello, no me siento especialmente orgulloso. Mis amigos se ríen, y yo con ellos; sé que es sólo un juego, simple, repetitivo e intrascendente, pero se ha convertido en uno de mis juegos favoritos. ¿Cuándo dejaré de jugarlo? Sé que nunca podré obtener todos los personajes, a menos que dedique más tiempo del que me permito, así que no se trata de eso. Quizás al completar los 365 días de juego seguidos. Sólo quizás; no prometo nada.