Night terrors in my mind
Thoughts I cannot hide
Dreams that play on my cold fears
Night terrors in my mind
Am I really dead?
I can't tell, it feel's so real
--Night terrors, de Static-X
Se me ocurrió hacer un pequeño listado de las cosas a las que tengo especial miedo y una breve explicación del por qué de ello. Valga decir que soy bastante asustadizo, así que no es una lista muy interesante.
5.- Películas de terror: Hace poco descubrí que no volveré a mirar este tipo de películas de la misma manera. Antes estaba convencido de que no me gustaban porque la mayoría tienen tramas tontas por decir lo menos, bastante repetitivas y hasta poco creíbles. Pero ahora lo veo de otra manera. Son la minoría, las buenas películas de terror, las que no puedo ver. Luego de tratar de ver una de ellas, no solo no la terminé por el enorme miedo que me ocasionó sino que tampoco pude dormir tranquilo las siguientes noches. Cada vez que cerraba los ojos veía imágenes de todo lo que alguna vez me ha hecho quedar paralizado del miedo (o lo más cercano a eso).
4.- Pesadillas: Es un miedo superado, pero cuando era unos años más joven y tenía pesadillas, no volvía a dormir, o lo intentaba tanto tiempo como podía. El hecho de tener malos sueños daba miedo de por sí (por alguna razón tengo la cabeza llena de imágenes monstruosas por culpa de películas, libros e historias de terror), pero más grande era la idea de que regresaría a seguir soñando lo mismo si cerraba los ojos.
3.- Arañas: No es que tenga aracnofobia, sí puedo estar en el mismo cuarto que una araña y hasta verla cerca. Lo que no tolero es tener una sobre mí o dejar abierta la posibilidad de que eso ocurra; digamos que por eso aplasto cualquiera que vea. Cuando era bastante chico jugaba con un juguete que cayó debajo de la cama y al intentar recogerlo mi cara estuvo a centímetros de una araña que colgaba de su tela. Desde ese momento quedé traumatizado.
2.- Serpientes: No estoy completamente seguro cómo nació este miedo, pero podría apostar a que fue cuando tuve una pesadilla con ellas. A diferencia de las arañas, no aplastaría a una serpiente que tuviese cerca, o me quedaría muy quieto o saldría corriendo al instante.
1.- Lo que hay en la oscuridad: De chico podía ser la oscuridad en sí, pero ahora que lo pienso bien creo que nunca fue exactamente eso, sino a lo que podría haber en ella. Gracias a mi viva imaginación he crecido respetando la oscuridad por creer que mientras camino a oscuras hay algo o alguien más conmigo, muy cerca. No creo en fantasmas ni en monstruos, pero hay veces en las que mi incredulidad no es defensa suficiente contra este miedo.