Somewhere, somehow
We find the key to the sense of the world
--Remember!, de Freedom Call
Una de mis características personales de las que creo sentirme particularmente orgulloso (al menos la mayoría del tiempo) es mi memoria. Quizás no tanto de la sensorial o la de trabajo (corto plazo), pero sí de la de largo plazo.
De chico me costaba recordar hasta las cosas más básicas, especialmente mis responsabilidades, pero pienso que los años me han ayudado a desarrollar una memoria bastante eficiente, al menos en varios aspectos. Por ejemplo, me es especialmente fácil recordar nombres y asociarlos a sus respectivos dueños, incluso cuando no he sido propiamente presentado a la persona. Tal vez por ello puedo llegar a pasar ciertos momentos de vergüenza cuando llamo a alguien por su nombre y éste no tiene idea de quién soy yo. También puedo recordar bastantes eventos de mi pasado con relativa fidelidad, o cosas que me contaron que le sucedieron a otras personas años atrás. El truco, según tengo entendido, es hacer asociaciones significativas, es decir, darle significado a la nueva información que vamos adquiriendo para que así pueda ser mejor procesada e integrada en la memoria.
Lo que más me llama la atención, y que ocasionalmente me ha traído problemas y hasta momentos de frustración, es recordar rostros pero no poder ubicarlos espacialmente; o sea, tener la sensación (y luego la seguridad) de reconocer a alguien pero no estar seguro de cuándo o dónde se le ha visto antes. Esto no me sucede muy a menudo, pero cuando sí pasa me deja con las ganas de saber cómo conozco a tal persona. La última vez que me ocurrió esto fue a mediados de marzo de este año, y desde entonces había tratado de colocar a esta persona dentro de un contexto, y hoy he podido hacerlo. O así lo creo.
Años atrás, como parte de una actividad, alumnos de mi promoción del colegio y yo tuvimos que asistir a un debate interescolar en otra escuela, donde estuvimos junto a varios otros estudiantes de nuestro grado de cuatro o cinco centros de estudio diferentes. Fue ahí donde vi a la persona de la que hablo en el párrafo anterior, la misma con quien comparto clases en la universidad desde el ciclo pasado. Esto lo descubrí luego de montar bicicleta por el colegio donde se dio el debate, colegio por el que paso diariamente para ir a la universidad y sobre el que nunca había reparado. Simplemente lo vi y supe de inmediato que ahí la había visto antes. Aún tengo que confirmar con dicha persona si realmente asistió a esa actividad para validar mi afirmación, pero tendré que esperar a conocerla primero.
Sobre mi memoria de trabajo, por el contrario, tengo otras cosas que decir, aunque ya será tema para otro post.
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