But if you really want to live
Why not try and make yourself
--Make yourself, de Incubus
Hace un par de días acepté al fin que tengo un problema; luego de casi un mes mirándolo de reojo, simulando que no estaba ahí y hasta dándome excusas de por qué todo andaba como de costumbre, entendí que no se iría si yo mismo no me proponía confirmar su presencia y buscar la manera de solucionarlo. Siento que estoy cayendo en una etapa depresiva de mi vida.
Creo que puedo dar muchas razones o encontrarle muchos puntos de origen a mi problema, lo cual no parece ayudar mucho si lo que busco es sentirme mejor, pero ese suele ser el primer paso, identificar las causas y después pasar a resolver las cosas. ¿Pero qué sucede cuando no se tiene control directo sobre lo que origina un problema? En estos días recuerdo haber escuchado la frase "¿qué parte de nuestras vidas está realmente bajo nuestro control?" y haber experimentado cierta desesperanza, más que nada por el hecho de sentir que estoy perdiendo una lucha que creía haber ganado antes. Esto, por supuesto, es el lado negativo de las cosas.
Por momentos le doy vueltas a esta idea de querer romper con esquemas que he armado de mí mismo, más que nada comportamientos defectuosos que ocasionalmente termino por obligarme a aceptar como parte de lo que soy; me digo que cambiaré, que seré mejor, que haré tal o cual cosa de otra manera, que haré más de esto o menos de aquéllo. Pero es solo una idea, y no dura mucho. Esto me lleva a recordar una clase durante mi segundo ciclo en la universidad, en la cual la profesora nos preguntaba cómo podíamos hacer que las personas cambiasen su forma de pensar por un tiempo prolongado. Nos puso un ejemplo con el que me sentí identificado, cómo las personas solemos sentirnos motivados a cambiar o a hacer algo tras leer un libro, ver una película o escuchar una charla y que ponemos en marcha dicho propósito, pero que a los pocos días (e incluso horas) perdemos interés. ¿Cómo cambiar eso? ¿Cómo potenciar o mantener la energía y la motivación de cambio? Si bien tengo algunas respuestas, en especial gracias a unas muy fructíferas clases de psicología, no hace falta decir lo difícil que es ponerlas en práctica. Este también es el lado negativo del asunto.
Pero, como me gusta decir, "siempre hay algo positivo en toda situación". Definitivamente el negar las cosas sólo dará como resultado una manifestación más fuerte a largo plazo, y eso es lo que creo que ha sucedido. Simular que no había problema lo ha hecho ahora más difícil de encarar, pero si bien hay algunas cosas que no tienen solución, tengo por seguro que ésta no es una de ellas. En primer lugar, creo que toda persona tiene control sobre su vida, algunos en mayor o menor medida, pero lo tienen. Y esto es de por sí suficiente para ver que tal vez no podamos cambiar una situación en nuestra condición actual, pero sí podemos cambiar nosotros y conseguir el estado que se necesite para lograr aquéllo. Y en segundo lugar, pienso que depende de cada uno cuánto realmente quiere ese cambio. Pero, principalmente, se debe saber qué se quiere, cuál es la meta.
A mí todavía me falta definir la meta en lo que respecta a este problema; sé lo que tengo que hacer y de a pocos estoy incorporándolo en el día a día, pero aún hay preguntas por responder y decisiones que tomar, lo que básicamente evita que pueda determinar hacia adónde ir. Es complicado de explicar con los pocos detalles que he dado, pero sería como decir que sé cómo llegar y que estoy dando los pasos necesarios para alcanzarla, pero no tengo una idea definitiva de la meta. Casi suena como si no supiese lo que estoy haciendo, y por ratos realmente siento eso, siento que he tomado malas decisiones y que ahora estoy pagando las consecuencias. Pero en el fondo sé que podría estar muchísimo peor y que está en mi la única decisión que vale, la decisión de hacer algo, cambiar las cosas. Y ya la he tomado.
2 comentarios:
El otro día fui al parque a dar un paseo. Había niños jugando, los vi sonriendo y pensé: Así quiero sentirme yo por dentro.
Supongo, que la vida, como dice mi hermano, es un juego mental.
Creo opinar de la misma manera, todo está en la mente. Aunque a veces no se pueda, uno puede elegir cómo sentirse, cómo percibir el mundo; por eso está en cada uno cómo querer vivir.
Un abrazo, Lorena :)
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