jueves, 25 de agosto de 2016

Noche de encuentros

Fuente: http://goo.gl/hF4zbU

An open mind
An attitude
Of learning about something new

--Above the grass pt. 2, de Frameshift


La noche del martes pasado tuve la oportunidad de asistir a un encuentro de desarrollares de videojuegos, lo cual fue gratificante particularmente por dos razones.

En primer lugar, tuve el honor de representar a la empresa en la que trabajo al mostrar públicamente el nuevo juego que lanzaremos en los próximos meses. No es el único juego que mi equipo y yo hemos desarrollado, pero sí el primero en el que ha recaído sobre mí la tarea de diseño, una responsabilidad muy grande. Es por eso que me sentí muy orgulloso de mostrar lo que logramos, más aún luego de ver al público divirtiéndose al probar el juego.

La segunda gratificación se dio al notar la gran acogida que tuvo el encuentro. La comunidad de desarrolladores de videojuegos no tiene muchas oportunidades de reunirse, de conocerse y de hablar sobre sus proyectos. Por eso me dio gusto ver tanta gente. Esa cantidad de personas es muestra de la necesidad que hay para este tipo de eventos, del enorme interés que hay por los videojuegos en general y, particularmente, por el crecimiento de la industria en todos sus aspectos. Vi gente joven, gente mayor, profesionales, alumnos; pero lo que más me llenó de esperanzas fue ver a un pequeño adolescente escuchando y anotando con avidez todo lo que podía.

Me alegra que este tipo de iniciativas estén comenzando a surgir con mayor frecuencia y fuerza, en especial en este país, donde el potencial para el desarrollo de juegos es gigantesco. Aplaudo la energía, el esfuerzo y la determinación de los integrantes de Game Devs Perú, organizadores del encuentro, y me apunto desde ya para el siguiente.

domingo, 21 de agosto de 2016

Un nuevo reto


Ahora estamos despiertos
Este es nuestro momento

--Salta, de Amaral


Una de las metas que me planteé allá cuando terminaba el colegio era ser profesor. Jugar Calabozos y Dragones fue uno de los motivos principales en este planteamiento, así como el tener de ejemplo a maestros que recuerdo con admiración y cariño. No obstante, mi seguridad siempre fallaba al preguntarme cuándo sería profesor y qué materia dictaría. Hasta hace poco.

Llevo más de tres años en el desarrollo de videojuegos, y aunque no son exactamente una de mis pasiones, tengo amplia experiencia en su uso y creación, conozco muchísimo sobre ellos y me encantan lo suficiente como para transmitir lo que sé a otros. Por todo ello, un par de meses atrás, finalmente decidí convertirme en profesor y enseñar a crear videojuegos. Con la ayuda de familiares, amigos y contactos logré conseguir una plaza de docencia en un instituto donde enseñan dicha carrera, y este martes daré mi primera clase.

¿Por qué ahora? Las razones básicas incluyen el obtener un nuevo ingreso económico y el ampliar mi desarrollo profesional. Son razones importantes, pero no las que me impulsaron a dar este enorme salto.

La industria de videojuegos en el Perú está lejos de ser la ideal, especialmente si la comparamos con las de Finlandia o Canadá. Hay muchos factores que juegan un rol importante en eso, y uno de ellos es la educación; concretamente, la falta de un sistema organizado, coherente y útil de educación en el desarrollo de videojuegos. Simplificándolo bastante, esto genera que quienes estudian esta carrera no logren integrarse adecuadamente a la industria, lo cual perjudica a ambas partes.

Ligado a esto, está el hecho de que los alumnos tienen una visión idealizada de lo que es ser un creador de videojuegos en el Perú, y es ahí donde creo que seré de mayor ayuda, dado que conozco esa realidad muy de cerca. Yo también tuve ilusiones con respecto a mi trabajo actual, y aunque sigo enamorado de lo que hago, sé que mi visión inicial era muy distinta de la que tengo ahora.

Si bien el curso que dictaré no ahonda en temas de realidad peruana, es necesario que los chicos sepan en qué se están metiendo y qué les espera al terminar la carrera. Sé que puedo ayudar en esos aspectos, prepararlos para lo que vendrá y mantenerlos lo suficientemente motivados como para que no pierdan el mismo amor por los videojuegos que a mí me trajo adonde estoy el día de hoy. Por eso quiero enseñar; y por eso ahora.

jueves, 11 de agosto de 2016

Comiendo sobre dos ruedas

Fuente: archivo personal

I'll eat my candy with the pork and beans
Excuse my manners if I make a scene

--Pork and beans, de Weezer


Sin querer queriendo (o ignorando cuánto lo quería) he dado dos nuevos saltos. Cada uno de ellos merece su propio post, así que comenzaré hablando del primero.

Unos pocos meses atrás, conversando en la oficina con algunos amigos, surgió la idea de hacer videos en YouTube con la finalidad de recibir productos gratuitos. La idea, básicamente, era comentar productos tecnológicos, ganar audiencia y recibir nueva mercadería para comentar. De la tecnología pasé a los dulces, pero el formato permaneció siendo el mismo. Como cientos de miles de personas ya hacían esto, opté por darle un acercamiento más original, y así fue como nació "Diroleando".

Diroleando es un canal de YouTube en el que cada dos semanas viajo en bicicleta a un restaurante o cafetería, compro uno de sus productos y hablo sobre él mientras lo como sobre la bicicleta; así de simple. No obstante, toda la producción y post-producción son bastante complicadas, más allá de que cuento con la ayuda de Charlie, un gran amigo. Y comer sobre la bicicleta no es nada sencillo, tampoco, pero ahí justamente radica lo entretenido de los videos.

Nadie más en el mundo está haciendo lo que hago (al menos nadie está grabándolo y publicándolo), lo cual me da una ventaja enorme en lo que concierne a originalidad y popularidad. Pero si bien todo comenzó con la intención de recibir cosas gratis y ganar algo de dinero, hoy puedo asegurar que Diroleando es mucho más que eso. Por un lado, grabar los videos con Charlie ha fortalecido nuestra amistad, y en cada oportunidad puedo ver que se divierte tanto como yo. Y por otro, mis niveles de bienestar y satisfacción se han ido elevando con cada salida en bicicleta, pues la experiencia completa es demasiado divertida, por decir lo menos.

Ya van cinco episodios publicados y no sé cuántos más vayan a salir en el futuro, pero no me veo dejando de hacerlos, al menos no por ahora. La pasión por el ciclismo, sumada al enorme gusto por comer, ha dado como resultado un proyecto del cual me siento muy orgulloso y que, de continuarlo, puede rendir excelentes frutos. Los invito a darse una vuelta por el canal y ser parte de la experiencia: https://www.youtube.com/channel/UCaS1TpsEDHnYY26a7JUc3qw

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