One step forward to build a better me
--A better me, de Heavenly
Ayer, mientras conversaba con una amiga, mis ideas cobraron vida propia (como normalmente lo hacen) y terminé yéndome por las ramas hasta dar con una reflexión que creo haber mencionado antes, pero nunca desarrollado del todo aquí.
Incontables veces he hablado de mi "pasado oscuro", cuando pensamientos negativos y nociones fatalistas invadían mi cabeza a diario, y aunque he mencionado qué cosas me hicieron redirigir mi vida (más sobre ello aquí), creo que nunca entré en detalle sobre qué cambios y metas me planteé. De cierta forma, estudiar Psicología también ayudó con el cambio, y le dio sentido a lo que quería conseguir. Y por ahí comenzaré la explicación.
Para poder estudiar dicha carrera debía pasar por una serie de exámenes psicológicos, incluyendo una muy temida entrevista personal. Esta serie de pruebas finales antes de estudiar lo que quería me causaba muchísimo miedo, pues algo en mi interior aseguraba que jamás pasaría, que todo lo podrido que llevaba dentro se vería reflejado en los resultados de personalidad, que en la entrevista saldría el yo negativo con el que luchaba a diario. Y, sin embargo, pude pasar. Lograr esto me llenó de alegría, más de la que hubiese creído, pues me daba esperanzas a pesar de todo, me mostraba que por más hundido que pudiera sentirme aún había algo bueno que podía ser salvado.
Y durante mis estudios, a través de todo lo que aprendí por enseñanza de profesores, amigos y por mí mismo, pude encauzar mi propósito: tratar de ser una mejor persona. El primer paso fue conocerme, saber quién diablos era y por qué me comportaba de la manera que lo hacía; hallar las causas y obtener soluciones. Luego se trató de identificar lo bueno en mí, eso que merecía ser salvado, para así potenciarlo. Y, a la vez y probablemente lo más importante, notar todo aquello en lo que había una posibilidad de mejora, todo aquello que me hacía flaquear, mis defectos.
Concretamente, me propuse ser más empático, más altruista, más solidario, más presto a recibir ayuda y más preocupado por el sentir de los demás, así como ser menos prejuicioso, menos iracundo y menos egoísta. Ahora bien, nunca pretendí (ni aún hoy pretendo) ser un santo. Es más, algo que no he podido cambiar es la actitud crítica que tengo hacia mí mismo; me considero perfeccionista en muchos sentidos y uno de ellos es el dirigido a mi propia persona, por lo cual a veces termino frustrándome por no sentir que estoy haciendo lo suficiente por ser mejor. En un post particular hablo un poco más a fondo de esto, así que no ahondaré en ello. Sólo diré que sigo tratando, me cueste lo que me cueste.
Entonces, habiendo dicho todo esto, la reflexión que menciono y a la que llegué durante la conversación de ayer fue la siguiente: de no haber sido por la Psicología, podría haberme convertido en una persona perversa. Suena dramático, pero no tengo dudas de aquello. Si bien fueron diversas experiencias las que me hicieron cambiar, estudiar dicha carrera me hizo comprender y valorar a las personas, así como conocerme, ayudarme a aceptar ciertos aspectos de mí mismo y empujarme a hacer mejoras drásticas y necesarias. Por todo ello estoy muy agradecido, por haber sido salvado de mí mismo.
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