viernes, 14 de mayo de 2010

Si de verdades se trata... (segunda parte)



I found a truth beneath the lie

Buried deep, explain me why

The world is upside down...



I do not know a soul in here,

But i can remember the faces
And the truth is in their eyes...


--The truth is out there, de Sonata Arctica


Ayer vi una comedia llamada "La invención de la mentira", de los directores Ricky Gervais y Matthew Robinson, en la que se muestra un mundo donde todas las personas dicen la verdad, y cómo un hombre inventa la mentira y la utiliza para sus propios fines.

La película no es tan buena como esperaba, pero desarrolla el tema de la verdad de una manera que me llamó mucho la atención. Al menos aquí se exhibe a las personas como algo duras al tratarse entre ellas, pues no solo dicen la verdad siempre, sino que no dejan de dar su opinión, generalmente hiriente, tal vez como una forma de expresar que la humanidad es difícil de complacer. En este contexto aparece un hombre que inventa la mentira, que se diferencia del resto en tanto sabe y puede decir "algo que no es". Esta idea que considero secundaria, la introducción del engaño, me parece muy interesante, no porque el resto de personajes reaccione como si lo que el protagonista dijese fuese absolutamente cierto a pesar de lo ilógico que suene para el espectador (como el hecho de que cuando uno muere va a su lugar favorito, vuelve a ver a todos sus seres queridos y consigue una mansión), sino porque la película prácticamente da como mensaje final que está bien mentir y conseguir ciertos beneficios gracias a ello.

Todo esto me hizo pensar en cómo sería realmente un mundo sin mentiras. Creo que no sería tan maravilloso como a muchos nos gustaría, pues muy a pesar de que existan mentiras que ocasionan grandes problemas, también hay muchas que los aminoran. Si, efectivamente, las personas estuviésemos obligadas a decir lo que pensamos todo el tiempo pienso que nos haríamos mucho daño. Tampoco considero que se trate de desconocer lo malo y vivir en la ignorancia, pero el saber la verdad completa de cada situación desde un primer momento puede traer consecuencias que no siempre seremos capaces de sobrellevar. Yo diría que lo ideal es un punto entre ambos extremos, vivir en un mundo donde se diga tanto verdades como mentiras, pero de preferencia inclinado a expresar más las primeras.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Tienes razon cuando dices que a veces es mejor mentir para aminorar un problema... solo que a veces el mundo te la devuelve...y ahi no hay como quejarse.

dIROLE dijo...

En realidad me refería a los problemas ajenos, es decir, cuando se tiene que decir algo duro a otra persona y a veces puede ser mejor mentir un poquito, una mentira blanca como las llaman. Pero claro, creo que también en este tipo de casos puede resultar que uno se termine perjudicando a la larga.

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