miércoles, 6 de mayo de 2009

Con la luz en el rostro



New blood joins this earth 
And quickly he's subdued
Through constant pain disgrace
The young boy learns their rules
With time the child draws in
This whipping boy done wrong
Deprived of all his thoughts
The young man struggles on and on he's known
A vow unto his own
That never from this day
His will they'll take away 

--The unforgiven, de Metallica


Creo que ya es hora de hacer la muy merecida confesión. Me duele aceptarlo, y ello porque mi constante negación de los hechos por ya bastante tiempo es solo muestra de que pensaba que podía cambiar las cosas, de que mis planes seguirían en marcha y que este enorme obstáculo en el camino sería hecho a un lado en menos tiempo del que parece estar tomando.

Aquí va: mi meta de viaje por la costa peruana ha llegado a su fin sin siquiera haberlo comenzado, aunque espero que solo sea un aplazamiento temporal. Como me lo temía, la familia no tomó muy bien mi decisión, pero no es solo eso lo que me impide emprender la aventura, sino la dificultad que presenta el conseguir un trabajo y las repercusiones de esto. Sin una fuente de ingreso medianamente estable no se me ocurre de dónde puedo sacar el dinero necesario para viajar, para conseguir el equipo necesario y para iniciar mi entrenamiento físico. Así que una de las razones principales por las que nació la idea de tener esta aventura es justamente la razón que impide que la lleve a cabo, el maldito dinero y la dependencia a la que nos somete.

Admito, también, que luego de entender que mi plan maestro de dejar un ciclo universitario para bicicletear se ha visto cancelado entré en una especie de crisis. De más está decir que el haber tenido a la vista una idea que parecía estar siendo encaminada correctamente y descubrir que no se dará es golpe tremendo cuando no hay un plan B de por medio. Me he quedado en el aire, flotando con disgusto, con un poquito de alivio y, definitivamente, con cantidades desbordantes de miedo, miedo a no saber adónde iré a parar. Si bien tengo decidido regresar a la universidad en agosto, queda un buen tiempo hasta que eso suceda, así que depende de mí salir de mi ensimismamiento lo antes posible y hacer algo, lo que sea.

Sigo bicicleteando, claro; sigo entrenando; sigo con la idea de realizar el viaje en algún momento. Teniendo en cuenta que estoy donde estoy, sin nada que hacer, pues lo mejor es aprovechar este tiempo libre que tengo hasta para regalar y darle un buen uso, digamos productivo. Con eso en mente, las posibilidades son infinitas, y tengo muy buenas ideas que ya he ido poniendo en práctica, como terminar de escribir mi novela, por ejemplo. Pero, lo más importante, debo usar este "descanso" para aclarar todos esos puntos ambiguos en mi vida, responder preguntas sobre cómo pienso vivir en el futuro, dar explicaciones de por qué he tomado ciertas decisiones y, lo más importante, encontrar mi lugar no solo dentro mi familia sino también, y especialmente, dentro del mundo. Puede sonar exagerado, un poquito tal vez, pero ya he concluido que mi forma usual de pensar no es muy acorde a lo que la persona promedio llamaría "normal", así que un cambio es parte de la ecuación, aunque vale decir, asegurar y hasta prometer (jurar), que no soy yo el que se rendirá. Si he de nadar contra la corriente, pues qué mejor momento para practicar natación que éste.


[Aguardo el día en el que podré ir a uno de sus conciertos aquí en Perú.]

No hay comentarios.:

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails