miércoles, 20 de mayo de 2009

¡Demasiado cerca!



Baby baby baby baby baby I fell from the sky
Yesterday you blew my mind oh yeah
Having trouble with my direction
Upside down psychotic reaction

--The love removal machine, de The Cult


Ayer tuve una experiencia bastante desagradable, pero como muchas de estas vivencias, algo siempre se saca de ellas. Honestamente, aún no sé qué podría obtener de esta, pero sigo pensando.


Fui al cine con Takashi y Wongcito a ver Ángeles y Demonios, una muy buena pela según ellos que pudieron verla en su totalidad y, según yo, solo buena. Llegamos un poco tarde a la función, por lo que no solo nos perdimos los tráilers de otras películas (una de las cosas que más me gustan de los cines), sino que también tuvimos que sentarnos en la primera fila, la peor de todas. Creo que esa fila existe más para poder vender más entradas y meter a tantas personas a una función como sea posible, porque no se puede disfrutar nada de la película chorreado en el asiento moviendo el cuello de un lado a otro de la pantalla y con las imágenes a dos metros de distancia (aunque esto varía de cine en cine).

Durante más de la mitad de la función y buena parte del resto de la noche estuve mareado y a punto de vomitar. Los primeros minutos sufrí un poco con los efectos especiales y las volteretas de la cámara, pero pensaba que podría soportarlo. Me equivoqué. Tuve que cerrar las ojos buena parte de la película y poner mi mano sobre la cara para que las luces no siguieran mareándome, así que no pude disfrutarla como hubiese querido. Lo que pude ver me gustó, los efectos que no me aturdieron me asombraron, y la historia fue entretenida a pesar de haber leído el libro antes de verla en la pantalla grande.

La última vez que me pasó esto, lo de marearme en el cine, fue cuando vi (o, en todo caso, intenté ver) Misión Imposible 2. Además de estar sentado cerca de la maldita primera fila comí chocolates, así que mi estómago me traicionó y tuve que correr al baño y vomitar. No volveré a sentarme tan cerca al écran.

Como dije, toda experiencia enseña algo, y aunque en este momento me diga que lo aprendido es que las primeras butacas no sirven o que no debo comer nada chocolatesco antes de entrar al cine o que me mareo fácilmente, sé que debe haber algo más. Seguiré pensando.

1 comentario:

m dijo...

siempre hay "algo más" por descubrir, por esperar...
nos une el cine y las letras
smiles :)

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