sábado, 6 de septiembre de 2008

En sueños


Want to know who you are
Want to know where to start
I want to know what this means
Want to know how you feel
Want to know what is real
I want to know everything, everything

-- Fall to pieces, de Avril Lavigne


Habían quedado en verse a una hora determinada. Él tenía unas cuantas diligencias que atender antes de ir a visitarla a su casa, trabajos y reuniones con amigos y no tan amigos, asuntos que por más que llevaba a cabo no formaban parte de sus pensamientos de la manera tan especial como ella lo hacía, acurrucada en su mente esperando manifestarse físicamente; él no podía esperar la hora para verla.

Aún a horas de verse, algo pareció salir mal. Ella lo llamó asustada, casi desesperada, llorando y pidiéndole que fuese a verla en ese preciso momento, pues lo necesitaba de un modo que no lograba entender y por razones que no sabía explicar. Él dejó el resto de sus responsabilidades a medio o nulo hacer y se dispuso a ir por ella y sacarla de su soledad, además de tranquilizarla y averiguar qué había sucedido.

No fue tan fácil como pensó. Por algún cruento motivo o por injustos azares de la vida, no conseguía encontrar la salida del lugar en el que se encontraba; iba de un lado para otro, cruzándose con personas que decían poder ayudarlo a encontrarla, pero en ellos solo encontraba medio socorro, pues lo dejaban solo después de apenas acompañarlo. En su cabeza la veía a ella y no soportaba pensarla en su casa, víctima de sus más grandes miedos.

Entró en desesperación. ¿Cuántas veces había estado allí y había salido de forma tan normal? ¿Cómo es que en ese momento no encontraba forma de salir? Sentía que daba vueltas, que avanzaba sin sentido alguno hacia un lugar que tal vez había dejado de existir para él. Y aún la veía en sus pensamientos, sola, abandonada en su terror, lejos de él y de toda salvación, tan indefensa como éste.

Hasta que despertó y comprendió que solo era una pesadilla; otro más de esos inclementes sueños que tanto lo han abrumado estos últimos días. Pero en medio de toda esa niebla, en medio de toda esa borrosidad, puede ver una luz de esperanza que lo llama a alcanzarla y mostrarle una vida nueva, con nuevas experiencias y nuevas alegrías. Camina hacia ella sin saber qué tan lejos se encuentra o si alguna vez llegará. Solo camina. Y luego ¿vuelve a despertar?

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