I may never understand why
I may never prove
What I know to be true
But I know that I still have to try
-- The spirit carries on, de Dream Theater
Hoy volví a pensar en una idea que tengo desde pequeño y a la que, creo, no le he dado la suficiente reflexión. Una de las actividades que más me gusta llevar a cabo, cuando no tengo la cabeza metida en cuestiones importantes y no tanto, es observar a las personas que van por la calle mientras viajo en micro o en taxi. Mucho puedo decir de lo que pienso, pero hay algo en particular que surgió en mi cabeza luego de mucho tiempo: de chico, cuando veía a las personas, me preguntaba si las volvería a ver y me percataría de ellas. Es decir, ¿podría recordar a esos cientos de desconocidos que observo en la vía pública y recordarlos días, meses e inclusive años después?
La primero respuesta que encuentro es que no. Si tengo una ruta determinada que utilizo diariamente y sigo un horario particular, al igual que estas personas, pues es muy probable que sí nos crucemos, como me ha sucedido solo un millón de veces, por lo menos. Pero si la persona estaba en un lugar de mi camino solo por esa hora del día, de ese mes del año, entonces es poco probable que un segundo encuentro pueda darse. ¿O me equivoco?
¿Cómo sabemos que una persona con la que nos cruzamos un día hace cinco, diez o quince años, no es la misma con la que nos cruzamos hace unos minutos? De hecho, a menos que nos haya causado una impresión suficiente para plasmarse dentro de nuestra memoria a largo plazo, no seremos capaces de recordarla. Puede que genere en nosotros una sensación de (muy) vago reconocimiento, como si creyésemos haberla visto antes, pero lo más seguro es que tomemos a estar persona como un extraño más que se cruza en el camino de nuestra vida.
Esto, definitivamente, parece restarle valor a la humanidad vista individualmente, pero solo si nos pensamos como el centro de la existencia, pues cada persona es relevante (positiva o negativamente) en la vida de alguien más. Puede que para nosotros sea un transeúnte más en medio de esa multitud que camina por las calles sin llamar la atención de nadie más que la del que lo observa, pero para otro puede ser el ser más maravilloso de la Tierra, el ser humano más ruin que existe o alguien con cualidades ubicadas entre esos dos espectros.
A manera de conclusión, solo quiero mencionar que sí, puede que no volvamos a ver al desconocido que vimos alguna vez, pero el que no sea relevante para nosotros en determinado momento de nuestro existir no significa que en el futuro, sea este próximo o lejano, no sea alguien importante por quien daríamos la vida, o él la suya por nosotros. Cada persona es importante en sí misma, a pesar de que a veces nos cueste reconocerlo, y esto no debe olvidarse nunca.
La primero respuesta que encuentro es que no. Si tengo una ruta determinada que utilizo diariamente y sigo un horario particular, al igual que estas personas, pues es muy probable que sí nos crucemos, como me ha sucedido solo un millón de veces, por lo menos. Pero si la persona estaba en un lugar de mi camino solo por esa hora del día, de ese mes del año, entonces es poco probable que un segundo encuentro pueda darse. ¿O me equivoco?
¿Cómo sabemos que una persona con la que nos cruzamos un día hace cinco, diez o quince años, no es la misma con la que nos cruzamos hace unos minutos? De hecho, a menos que nos haya causado una impresión suficiente para plasmarse dentro de nuestra memoria a largo plazo, no seremos capaces de recordarla. Puede que genere en nosotros una sensación de (muy) vago reconocimiento, como si creyésemos haberla visto antes, pero lo más seguro es que tomemos a estar persona como un extraño más que se cruza en el camino de nuestra vida.
Esto, definitivamente, parece restarle valor a la humanidad vista individualmente, pero solo si nos pensamos como el centro de la existencia, pues cada persona es relevante (positiva o negativamente) en la vida de alguien más. Puede que para nosotros sea un transeúnte más en medio de esa multitud que camina por las calles sin llamar la atención de nadie más que la del que lo observa, pero para otro puede ser el ser más maravilloso de la Tierra, el ser humano más ruin que existe o alguien con cualidades ubicadas entre esos dos espectros.
A manera de conclusión, solo quiero mencionar que sí, puede que no volvamos a ver al desconocido que vimos alguna vez, pero el que no sea relevante para nosotros en determinado momento de nuestro existir no significa que en el futuro, sea este próximo o lejano, no sea alguien importante por quien daríamos la vida, o él la suya por nosotros. Cada persona es importante en sí misma, a pesar de que a veces nos cueste reconocerlo, y esto no debe olvidarse nunca.
[Esta canción es parte de un álbum con canciones igualmente estupendas. No se relaciona demasiado con el post, pero siempre vale la pena escuchar a Dream Theater :P]
No hay comentarios.:
Publicar un comentario