My dreams and reality
Are worlds which collide
Confusion, illusion, are dancing side by side
Are worlds which collide
Confusion, illusion, are dancing side by side
-- Dreams and reality, de Kotipelto
Hoy aprendí que no se puede esperar que un espejo dé las respuestas que uno mismo no logra conseguir; hoy aprendí que los profesores también son personas como tú o yo; hoy aprendí que una sonrisa es tan poderosa que borra recuerdos y puede hacer tropezar a la gente; hoy aprendí que no importa cuántas veces mire a cada lado de la pista, siempre habrá un carro que saldrá de la nada y que querrá atropellarme (fallidamente, felizmente); hoy aprendí que la vida me quiere vivo, y de ello deduzco que alguna tarea tiene para mí, aunque no se me ocurre cuál.
No quiero pensar que se me va la inspiración, porque, honestamente, no suelo escribir bajo sus influencias; pero las oraciones se me van acortando y las palabras ya no salen como deberían, no significan lo que mi cabeza pretende que signifiquen. Me gusta imaginar que el fenómeno llamado “writer’s block” es justamente lo que me empuja a redactar, no por un afán rebelde ni con ganas de ser contradictorio, sino porque no me gusta rendirme ante la idea de un ‘algo’ que pretenda detenerme solo porque detiene a muchos otros.
Un día ya no es suficiente, pasa tan rápido que toda actividad planeada se ve reducida a un instante, un espacio de tiempo insignificante. A veces creo que dormir es una pérdida de tiempo, que es una distancia temporal a la que podría dársele un mucho mejor uso; pero luego recuerdo que si no quiero volverme loco debo dormir al menos las cuatro horas que siempre le dedico al sueño. ¿Insomnio? No, solo unas enormes ganas de seguir despierto, y de seguir viviendo, si quieres.
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