Right now I don't want to care at all
Just like a silent song
Just reach out your hands and take hold
Take hold
So when the limit of your pain
Exceeds the mercies of your love
It's time to just cease and release and then fly
Just like a silent song
Just reach out your hands and take hold
Take hold
So when the limit of your pain
Exceeds the mercies of your love
It's time to just cease and release and then fly
-- Act III: Confort me, de Shadow Gallery
Me buscas en sueños cada noche, te escabulles por entre las sábanas y una vez que llegas a la almohada me sofocas con tu presencia, te introduces en mis pensamientos y haces tuyos mis deseos. Es en ese preciso instante y no antes ni después cuando te veo recostada boca arriba, como si estuvieses exhausta de deambular por la vida disfrazada de alguien que no eres, de alguien que ni siquiera buscas ser; ¿cuál es tu nombre?
Me robas un beso, quizás dos, tres para la buena suerte. Y te vas tranquila, te vas porque es lo único que haces bien, te vas porque no hay nada que te retenga a mi lado, y te veo desde tan lejos que me hace pensar que nunca estuviste aquí. Pero entonces me alivia saber que no volverás, y no por algún tipo de odio latente o suficientemente expresado, sino porque a veces puedes ser tan complicada que duele; ¿cuál es tu deseo más grande?
En mis sueños nuevamente. Primero me sujetas de los brazos y me empujas contra la pared mientras haces preguntas que no puedo respoder a pesar de saber las respuestas demasiado bien. Después me sonríes y me derrites inocentemente dejándome ese sabor dulce en la lengua. Pero solo me haces recordar lo empalagosa que eres. Y, finalmente, te encuentro sin realmente haberte estado buscando, escondida entre la multitud, jugando a ser el pasado, jugando como jugábamos en algún punto de nuestras vidas; ¿cuál es tu motivo de ser?
Estás aquí, me diriges una mirada que refleja el peso de los años perdidos y yo no sé qué decir, no sé qué hacer. Correría a cubrirte de besos y te abrazaría para no dejarte ir nunca más, pero mi cabeza es famosa por su sentido del humor, y sé que no eres tú, sé que no estás ahí, sé que solo es el último de mis deseos, el que dejaste atrás para tenerme de vuelta. Anoche te regalé el mundo y esta mañana lo encuentro a mis pies manchado de labial carmesí y con una nota clavada en Paris: “Te amo”. ¿Qué?
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