jueves, 31 de julio de 2008

La raíz cuadrada de infinito


It is time
To break the chains of life
If you follow you will see
What's beyond reality

-- Beyond the invisible, de Enigma


Extraño cómo los lugares más insospechados albergan sorpresas de todo tipo, usualmente buenas, pocas veces malas y siempre bien recibidas. Los hay escondites donde no esperaría encontrar a nadie, lugares obvios para algunos pero bien resguardados al fin y al cabo; no obstante, no se les encuentra. Por otro lado, en sitios donde no imaginaría encontrar a alguien justamente los hallo, aunque no a todos.

Es gracioso, pues lo anterior supone que se me puede encontrar en todas partes, lo cual es cierto hasta cierto sentido; éfectivamente, estoy en todas partes, no a la vez, pero sí en todas. A veces no estoy en ninguna parte, como podría esperarse, y algunas veces estoy en por lo menos dos lugares a la vez. Es complicado de explicar, así como mencionar que puedo volverme invisible ante voluntad ajena, o que me muevo a la velocidad de la luz mientras camino por la sombras.

miércoles, 30 de julio de 2008

Somewhere, nowhere


Earth they call this place they live
Look (at) the mountains, oceans so deep
Hatred, fear, intolerance
Peace will never have a chance

-- Dreamland, de Dreamtale

Otra mañana gris antecede a un día poco iluminado, aunque no por ello menos grandioso que otros. Otra oportunidad de abrir la puerta y buscar pedazitos del sol que hayan decido caer a las calles mientras nadie los veía, saben ellos por qué o, en mayor medida, para qué. Son cosas inexplicables, de poco valor y con razones tan descabelladas que el solo escucharlas da paso a la locura inmediata, así como el oír la misma canción cientos de veces de manera repetida porque no hay nada bueno en la radio.

Arriba, más arriba, mucho más arriba de lo que tus ojos logran distinguir, cae el último de los ángeles, devorado por la tentación de una vida mortal, una vida humana. Y no hace falta reírse, no hace falta señalar con el dedo; él solo descubrirá el error que supuso aquella estúpida decisión de vivir con nosotros y como nosotros. Míralo, ya está cerca, más cerca de lo que crees.

martes, 29 de julio de 2008

La soixante-troisième


I always wondered, when a butterfly leaves the safety of its cocoon, does it realize how beautiful it has become? Or does it still just see itself as a caterpillar?

-- The Air I Breathe (2007)


Camina por un paisaje desolado, un desierto de almas consumidas por el egoísmo. No tiene un rumbo fijo ni un lugar al que ir, solo camina porque sabe que debe haber algo más allá de toda esa soledad que ya comienza a abrumarla y a comérsela de a poquitos. Además, no escapa a su atención que el hecho de ser la única allí es extraño, y que no es tanto por azar sino por una causa concreta que escapa cada vez que intenta aprehenderla; apenas entiende que está ahí y no en otro lugar porque así debe ser, pero no por qué. Seguirá caminando, hacia el horizonte que no parece querer acercarse a pesar de ir hacia él por ya tantos años, y mientras tanto pensará qué hacer con su vida en adelante. Tiene tiempo para hacerlo.

Casi tan curioso como decir que que la vida tiene un significado, que estamos aquí por razones que desconocemos en un principio pero que más adelante vamos descubriendo conforme vamos realizando actos que determinan nuestra existencia. Es algo así como vivir para servir, no como seres instrumentales que solo servimos para cumplir un propósito, sino como agentes del cambio en tanto nuestras acciones repercuten en el resto y dan sentido a la vida, una serie de sucesos desencadenados por nosotros mismos para el mundo. Es difícil pensar en un vida que solo sea “estar”, pero sí, definitivamente es más difícil aún imaginar una que sea “compartir”.

I wish I could be a thought, or the first word in a thousand-year old book lost to mankind. One might say everything has a meaning, everywhere you look, every action that is done both by you and others, every word that is spoken, even every thing that is not present and hasn’t come to pass. Living in a world of meanings is like tasting every single ingredient by itself in, say, a chocolate cake: it’s the deciphering of all codes in order to understand what surrounds us, which, as you may already have thought, is incredibly exhausting; that’s why so few people do it. But, the fact that so many don’t doesn’t mean there isn’t any meaning engraved in each and every thing. We just have to look closer.

Las personas ya no usamos paraguas, acostumbrados a la lluvia que limpia muy poco caminamos casi sin darnos cuenta del agua que cae como alguna insana indirecta. Pero el paraguas también nos esconde, y al escondernos evita la “purificación” de nuestros cuerpos. La lluvia debe tener álgún simbolismo de pureza (al menos eso creo), ¿por lo que el paraguas podría cosiderarse algo así como un ente impurificador? Absurdo. ¿Pero cierto?

Yo: La tormenta parece haber acabado antes de lo esperado.
Yo: Así parece, pero nunca es sensato dejarse llevar por las apariencias.
Yo: Entonces, si debemos desconfiar de ellas, ¿tenemos que perder confianza en el mundo?
Yo: En las personas. Pero no de la manera que piensas.
Yo: ¿Cómo, entonces?
Yo: El que una persona realice una acción cualquiera puede tener más significados de lo que otros puedan creer. Imagina a un ladrón genérico. Es evidente que si te roba te sentirás amenazado y solo pensarás en ti mismo, y olvidarás las razones por las que esta persona te robó en un principio, lo cual es normal.
Yo: ¿Tengo que pensar en los sentimientos del ladrón?
Yo: No, en sus motivos. La apariencia aquí es que te quiso hacer un mal, cuando pudo haberte robado por necesidad, porque necesita dinero para comprar comida, para mantener a su familia. Claro que también puede ser para cosas un tanto más reprobables.
Yo: Vale, ya te entendí.
Yo: Pero las apariencias están en todas las personas, incluso en aquellas que se presentan de la forma más abierta posible y sin ningún secreto. No digo que no podamos confiar en nadie, sino que es necesario evaluar nuestras primeras apreciaciones antes de siquiera juzgar o dar una opinión.
Yo: Las cosas no son lo que parecen.
Yo: Más que nada las personas.

lunes, 28 de julio de 2008

Rojo, blanco percudido y rojo


For long
I have been waiting
For a reason to arise
Was it all a waste of time?

-- Deceiver, de Stream of Passion


Hace tres años y medio di inicio a una especie de proyecto en el que me proponía mostrar a las personas que el hecho de usar un distintivo patriótico como lo son las escarapelas es una idea muy vaga y hasta con escaso valor simbólico cuando se quiere demostrar algún tipo de amor por la nación. Lo que hice fue portar una durante todo el año. Fui a clases con ella, en mi casa tampoco me la quitaba y hasta conservo fotos de eventos importantes en los que puede vérseme con ella, por lo que no fue un proyecto a medias, sino realmente pensado y con una finalidad concreta. No obstante, tuve que dar excusas del por qué de mi actitud “patriótica” diciendo tonterías como “me parece absurdo que solo debamos llevar escarapelas en julio” o “qué estúpido es sentirse obligado a portar una en julio; ¿por qué no llevarla siempre y sin obligación?”. Admito que hasta cierto punto también sentí que me diferenciaba del resto llevándola puesta, pero esa nunca fue mi principal intención.

La enseñanza que quise no decir directamente sino incentivar a que cada uno descubriese por sí mismo era que el “amor patrio” no se demuestra de esta manera, ni con las banderas en los techos de las casas ni con almuerzos al son de música criolla ni con palabritas o discursos bonitos que busquen demostrar el orgullo de sentirnos peruanos. Lamentablemente, no sé si alguien llegó a captar esto gracias a mí. Tal vez no fui lo suficientemente claro, tal vez las personas no estaban interesadas en aprender, tal vez fue un proyecto estúpido desde un principio. Pero fuese cual fuese la razón, la enseñanza existe, y es un hecho que cada uno debe notar y sobre el cual reflexionar para no seguir siendo los peruanos de siempre. Y aquí viene la crítica infaltable. Las llamadas “fiestas patrias” no son más que otra excusa para que las personas se vayan de viaje, tanto al interior del país como al exterior; la finalidad, en todo caso, es diversión, pasarla bien. Algunos, sin embargo, por no decir la mayoría, olvida el verdadero significado de estas fechas que celebran acontecimientos históricos merecedores de nuestro reconocimiento y de ser recordados y transmitidos a futuro.

A mi parecer, los peruanos de hoy o son unos hipócritas o son demasiado ignorantes; yo apuesto a que un poco de ambos. Fue justamente por la primera característica que dejé de considerarme patriota tiempo atrás y gracias a la segunda que consideré la primera. Esto no significa que sea un anti-patriota. Para nada, más me veo a mí mismo con una persona a-patriota, ajena a este tipo de cosas, y creo que uno de mis posts anteriores puede explicar mejor esto. No mantengo esta postura por el hecho de haber nacido en Perú, pues pienso que la mantendría de todas formas de haber nacido en cualquier otro lugar, aunque sé que el sentimiento patriótico puede haber influido en algo. En fin, solo era algo que quería "sacarme del pecho".

domingo, 27 de julio de 2008

Afraid of spiders like you


I spy with my little eye
Things you ll never see
Whispers burn my eardrum
It s eerie to the feel

-- Scary eyes, de Avantasia

Las veo merodeando por las paredes, escurriéndose por los techos y arrastrándose por los suelos, persiguiendo algo que ni en mis pesadillas más perversas podría imaginar tener; ¿qué es aquello de lo que no puedes librarte por más que desees con toda tu alma, por más que desesperadamente implores por algún tipo de salvación? La respuesta es bastante simple, en realidad, y el único lugar donde la hallarás (probablemente no de manera completamente real pero con un matiz bastante cercano a lo verdadero) es frente a un espejo.

Se dice que nacemos y morimos solos, lo cual es muy cierto, pero no se trata de esos dos hitos en la “existencia” de cada ser, sino el espacio medio. Vivimos con nosotros mismos, y eso a veces puede llegar a ser exasperante, especialmente si eres del tipo de persona que disfruta de su tiempo a solas. Imagino que hay personas que no se aguantan a sí mismas tanto que es esa su razón por la que buscan compañía, para no tener que soportarse solas. Try to imagine yourself, and just yourself, for the rest of your life; terrifying!

Di que no es cierto, que todo es un sueño del cual despertaremos para entrar en el mismo espacio onírico una y otra vez hasta el infinito. Algo así es la maldición de tenerse a sí mismo como eterno acompañante, que no hay forma de deshacerse de “él” mas que deshaciéndose de uno mismo, acto que a la larga no resulta ser mue inteligente: la permanente solución a problemas temporales. Maybe if we were three at the same time, maybe then we wouldn’t feel so obliged to seek company. Who knows…?

I’m not going to sleep neither today nor tomorrow nor the week after that; it’ll be the longest day of my life, if I don’t go crazy first. Who could live without dreams, both simbolic and mental ones? Only those who see the world as a lost cause, only those who pretend life is a piece of pie; too delicious to be true. I need more illusions to sustain me, more lies to make me stronger, more deceits to harden myself, more hypocrites to feel better with being me. Maybe we’re looking in the wrong places, eyeing the outside when the answers lie inside of us; is it too philosophical for you, or too darn obvious. Good answer.

sábado, 26 de julio de 2008

Jugando a ser alguien


This is your one opportunity to do something that no one has ever done before and that no one will copy throughout human existence. And if nothing else, you will be remembered as the one guy who ever did this. This one thing.

-- Garden State (2004)


Imagina un juego en el que cada actividad consiste en hacer lo que más miedo tienes de realizar, y a eso agrégale una apuesta, no dinero ni objetos banales que puedes recuperar en cualquier otro momento, sino una de las cosas más valiosas que puedan existir. ¿Qué se te ocurre? En primera instancia se puede asumir que hablo de tu vida, pero no, nadie suficientemente cuerdo apostaría su vida en un juego donde debe superar sus peores miedos (y con esto suponemos que eres cuerdo, aunque puedo equivocarme). Por unos segundos se me ocurrió que podían ser tus deseos y metas, pero de eso hemos hablado hasta el cansancio, por lo que descarto la idea sin más. ¿Te rindes? ¿Qué hay de la noción que tienen otras personas con respecto a ti? ¿Acaso no es valioso el hecho de que las personas sepan quién eres, que valgas algo para ellas?

Imagina un mundo en el que conoces a todos, pero que nadie te conoce a ti, y que a pesar de darte a conocer, no pueden retenerte en su memoria por más de unos minutos. Sin duda es una tremenda maldición, el ser visto pero no recordado; algo así como ser invisible sin necesidad de camuflarte con el entorno. Debe ser horrible no poder formar algún tipo de relación con alguien, ni siquiera de simple reconocimiento, y peor aún no poder significar nada para nadie, y lo que es muchisisímo peor: no tener compañía. Es, esencialmente, la soledad más grande. Ahora volvamos a ese funesto juego.

¿Realmente vale la pena arriesgar algo como eso por cualquier tipo de recompensa? Todo depende de qué puedas ganar, ¿no crees? Eso, en todo caso, dependería de cada uno, así que lo dejo a tu discreción. Lo que puede resaltar como extraño es lo siguiente: ¿cómo puede llamársele juego a todo esto cuando la finalidad de un juego es divertirse? Y, bueno, nadie te dice que alguien, en algún lugar, no se está divirtiendo. Pero lo que básicamente se puede rescatar de esto es que es decisión nuestra cómo queremos pasar nuestra vida en este mundo, dejando huellas (positivas) en los demás o siendo fantasmas del momento. So, what's it gonna be?

viernes, 25 de julio de 2008

Diferentes piezas del mismo rompecabezas


He's just a regular guy
Tells the occasional lie
He's got something to hide
But then so do I

-- Just like me, de Galactic Cowboys


Contrario a lo que mi historia familiar pueda contener, creo que todo empezó cuando tenía cinco años. Tal vez en ese entonces no tenía noción de lo que hacía, pero ahora, tras reflexionar al respecto, comprendo que desde muy pequeño quise diferenciarme del resto, no ser uno más, destacar para bien o para mal (preferiblemente lo primero, claro). Recuerdo que en mi salón del nido Casuarinas todas las sillas eran iguales a excepción de una, que se veía un poco más vieja y con un diseño no muy parecido a los otros, pero que era distinta al fin y al cabo. Tal vez mi memoria esté jugando conmigo, pero creo que recordar que era el único loco que entraba al salón cinco minutos antes de volver del recreo para tomar esa silla y ponerla en mi lugar, de tal manera que fuese mía el resto del día. Lo que sí me acuerdo es que nunca estaba en mi sitio cada mañana, lo que en ese entonces me molestaba, pero ahora solo me pregunto por qué. Tal vez nunca obtenga mi respuesta.

Cuando la palabra ‘diferente’ viene a mi mente se crea una contradicción, pues se dice que las personas somos únicas; asimismo, siempre escucho que todos somos iguales. Y, claro, me inclino a pensar que lo primero se refiere a lo físico y mental, mientras que lo segundo hace referencia a los humanos como simbólicamente iguales. Pero al final todo deviene en algo curioso: tampoco somos iguales simbólicamente, así se proclame. Existen leyes que se aplican a todos, pero aún así existe un fenómeno ya bastante conocido y que llamamos “discriminación” que se manifiesta por encima de las normas y que recae más fuerte sobre unos que sobre otros. Es tanto un concepto como una práctica con un bagaje importante, por lo que no ahondaré en él por el momento. Solo quería mencionar que a esto no me referia cuando mencionaba que busco diferenciarme del resto.

Personalmente, creo que todos somos diferentes de una u otra forma, que nadie es mejor que nadie, y que ninguna vida es más valiosa que otra. Y esa diferencia es justamente lo que le da sabor a la vida, pues si el mundo entero fuese igual no pueden negar que sería aburridísimo. Entonces, al decir que quiero ser diferente solo estoy diciendo que seguiré siendo yo mismo, siempre y cuando el resto siga siendo quien es. Simple philosophies.

jueves, 24 de julio de 2008

Not what it seems


Riding, riding for tomorrow
Saving, saving the kingdom crown
Silence is reigning with sorrow
Guilty we are eternally

-- Illusion part I, de Heavenly


Confirmado, ayer entré a la sala de emergencias completamente asustado y salí no solo molesto, sino también altamente preocupado. No podría imaginar perder una parte de mi cuerpo, una pierna; ¿acaso por darle un uso constante durante veinte años tiene que romperse necesariamente? Es como si hubiesen dicho que el fluido que nos mantiene vivos, que es, entre otras cosas, parte importante de nuestro movimiento, se hubiera secado por completo. Algo parecido me dijeron.

No podría imaginar pasar una semana y tres días en el hospital tan solo para la extracción parcial de una de mis extremidades, así como para una especie de transfusión de sangre, sin olvidar que deben conseguirme un pedazo de plástico que sustituya lo que tendrán que remover. La noticia de este “sencillo procedimiento” (como mecánicamente lo llamaron) me da a entender que algo no anda bien con lo que tengo, y que debe ser reparado antes de que ocurra un accidente mortal.

Me molesta saber que me hayan vendido una bicicleta con los pedales en tan mal estado y no me haya fijado. Peor es saber que la garantía expiró apenas un par de meses atrás, por lo que toda esta reparación terminará costándome tiempo y dinero. Felizmente no soy yo el “operado”. Pero me preocupa pensar qué haré mientras no tenga una de las fuentes más valiosas de diversión que conozco. Espero no caer en las tortuosas garras del ‘spinning’.

miércoles, 23 de julio de 2008

Been there, done that


No sympathetic eyes
Much closer to the bone
Silence feeds my anger
Surrounded, but alone

-- In the fervor’s frontier, de Twilightning


Al parecer no estoy tan a salvo como alguna vez creí que lo estaba, más al filo que en seguridad, y no pareciera que fuese así, no pareciera que con tan solo dar un paso en falso puedo volver a las profundidades de las que alguna vez volví. Creía haber olvidado las escaleras, pero de a poquitos he ido entendiendo que fue un cambio de mentalidad potenciado por metas, a corto y largo plazo, metas altamente difíciles de alcanzar pero que me impulsaban a saltar más alto, a llegar más lejos.

Estoy en algo parecido al purgatorio, pero no entre el cielo y la Tierra, sino entre dos infiernos. Y es curioso decir algo como eso, especialmente proviniendo de un optimista sin remedio como yo, pero hay limites de la realidad que no pueden ser traspasados, y es mejor aceptarlo que decirse mentiras al oído. La mejor manera de simbolizar el vaso “medio lleno” es ponerle una tapita y colocarlo bocabajo, de lo contrario el espacio fuera del vaso se mezclaría con el interno y más sería lo vacío que lo ocupado.

Quién puede saberlo, tal vez mañana alguien decida darme el empujoncito que me liberará de las tensiones existenciales, o tal vez alguien me hale hacia sí con la intención de salvarme de un destino fatal. Lo resaltante en esto es que mi decisión parece no importar, no soy yo el que decide y actúa, sino alguien más; curioso, muy curioso, especialmente por ser diseños de mi propia mente. Pero algo salvo de esta vista desolada: me sentaré en el filo y jugaré a contar los segundos, tal vez así aprenda el valor de un estado de estasis. Sacaré mi cámara y tomaré algunas fotos; lo más probable es que no me quede ni el recuerdo.

martes, 22 de julio de 2008

Pasiones de nadie


Right now I don't want to care at all
Just like a silent song
Just reach out your hands and take hold
Take hold
So when the limit of your pain
Exceeds the mercies of your love
It's time to just cease and release and then fly

-- Act III: Confort me, de Shadow Gallery


Me buscas en sueños cada noche, te escabulles por entre las sábanas y una vez que llegas a la almohada me sofocas con tu presencia, te introduces en mis pensamientos y haces tuyos mis deseos. Es en ese preciso instante y no antes ni después cuando te veo recostada boca arriba, como si estuvieses exhausta de deambular por la vida disfrazada de alguien que no eres, de alguien que ni siquiera buscas ser; ¿cuál es tu nombre?

Me robas un beso, quizás dos, tres para la buena suerte. Y te vas tranquila, te vas porque es lo único que haces bien, te vas porque no hay nada que te retenga a mi lado, y te veo desde tan lejos que me hace pensar que nunca estuviste aquí. Pero entonces me alivia saber que no volverás, y no por algún tipo de odio latente o suficientemente expresado, sino porque a veces puedes ser tan complicada que duele; ¿cuál es tu deseo más grande?

En mis sueños nuevamente. Primero me sujetas de los brazos y me empujas contra la pared mientras haces preguntas que no puedo respoder a pesar de saber las respuestas demasiado bien. Después me sonríes y me derrites inocentemente dejándome ese sabor dulce en la lengua. Pero solo me haces recordar lo empalagosa que eres. Y, finalmente, te encuentro sin realmente haberte estado buscando, escondida entre la multitud, jugando a ser el pasado, jugando como jugábamos en algún punto de nuestras vidas; ¿cuál es tu motivo de ser?

Estás aquí, me diriges una mirada que refleja el peso de los años perdidos y yo no sé qué decir, no sé qué hacer. Correría a cubrirte de besos y te abrazaría para no dejarte ir nunca más, pero mi cabeza es famosa por su sentido del humor, y sé que no eres tú, sé que no estás ahí, sé que solo es el último de mis deseos, el que dejaste atrás para tenerme de vuelta. Anoche te regalé el mundo y esta mañana lo encuentro a mis pies manchado de labial carmesí y con una nota clavada en Paris: “Te amo”. ¿Qué?

lunes, 21 de julio de 2008

Today is just as good as tomorrow


Another chance to lift my life
Free the sensation in my heart
To ride the wings of dreams
Into changing horizons
It brings inner peace within my mind
As I'm lifted from where I spilt my life
I hear an innocent voice
I hear kindness, beauty and truth

-- Learning to live, de Dream Theater


Hoy aprendí que me duele cada vez que una persona bota basura por la ventana de su carro o cuando va caminando por la calle, y más cuando lo hace queriendo aparentar disimulo. Es un golpe a la moral y a las buenas costumbres, creo.

Hoy aprendí que si deseas algo por mucho tiempo y con mucho rigor lo obtendrás tarde o temprano. ¡No más cigarrillos en la universidad! ¡No más miradas furtivas a quienes contaminan mis pulmones! ¡No más! Lo siento por ustedes fumadores.

Hoy aprendí que somos en tanto existen otros, somos como somos porque los demas nos determinan de cierta manera. Por lo tanto, sin los demás no seríamos quienes somos ahora y, quizás, hasta no seríamos nadie. Complicado.

Hoy aprendí que hay veces en que las palabras sobran y las acciones faltan. No obstante, ante el exceso de palabras, no es difícil entender que las acciones escasean justamente porque se desconoce qué hacer. Usualmente lo correcto.

Hoy aprendí que no estoy loco, o que si realmente lo estoy entonces no es lo suficientemente grave como para evitar que estudie psicología. ¡No más obstáculos en el camino! Con la meta a la vista y el sendero libre de impedimentos, me preparo para ser lo que nací para ser. Redundante pero cierto.

Hoy aprendí que el tamal está hecho de choclo y, sí, sé que es algo que debería haber aprendido hace bastante, pero deriva en otra enseñanza: nunca es demasiado tarde para aprender, ni demasiado tarde para probar cosas nuevas. Ahora me gusta el tamal.

Hoy aprendí que no se trata de la cantidad de amigos que tengamos, sino del tipo de amistad. No se trata de hacer una lista interminable de contactos, sino de Conocerlos (con ‘c’ mayúscula) tan plenamente como sea posible. Difícil, pero no imposible.

domingo, 20 de julio de 2008

Fríos de verano


I swear I'll stop these bullets in the air
I swear I won't walk away
My share’s to be a tougher man to scare
My share, right to the dawn of judgement day
I know, it’s hard to move against the flow
I know, but I won’t hide away

-- Judgement day, de Royal Hunt


A veces la respuesta número uno en una hilera infinita de respuestas a nuestros problemas es darles la espalda y caminar en sentido contrario a ellos, no exactamente huir, sino evadirlos. Es un método bastante bueno, si eres el tipo de persona que prefiere sentirse bien consigo misma a corto plazo y cargar con una vida llena de errores; si eres así, no te juzgo, pero la experiencia te enseñará, así como yo he aprendido, que nadie puede andar con el peso del mundo sobre sus hombros por demasiado tiempo antes de caer exhausto. Es en ese preciso momento en que uno se pregunta ‘¿qué diablos he hecho con mi vida?’.

Pocos son los que se atreven a encarar sus problemas de lleno, a decir ‘tengo un problema y quiero solucionarlo’, y menos aún los que hacen algo al respecto. Los tronos de la comodidad lo son solo hasta que no estamos conformes, hasta que nos falta algo más, situación que nos obliga a tomar acciones o a permanecer en esa comodidad que comienza a ser más una ficción creada por nosotros mismos que la realidad en sí misma. ¿Por qué nos gusta engañarnos para no sentir el golpe de la intranquilidad? Es porque somos humanos, ¿cierto? Esa es solo una milésima parte de la respuesta. Y la más cómoda, he de agregar.

sábado, 19 de julio de 2008

Puntos suspensivos en una historia que no parece querer acabar


Chances thrown
Nothing's free
Longing for what used to be
Still it's hard
Hard to see
Fragile lives, shattered dreams

-- The kids aren’t alright, de The Offspring


Con la vista hacia atrás ve a quienes dejó para convertirse en una mejor persona, y se siente mucho peor de lo que habría creído, especialmente cuando existe cierta nostalgia de por medio, y probablemente culpa. No tiene por qué explicarse, no se disculpa por ser quien es o por buscar maneras de mejorarse, pero sí se arrepiente de haber tomado algunas salidas más fáciles que otras y, como consecuencia, haber sacrificado lazos inquebrantables. Pero, lo que más le inquieta es lo siguiente: ¿por qué ahora?, ¿qué hace al ahora tan especial?

Desde sus sueños lo llaman, a través de sus rostros lo obligan a recordarlas, personas que no había olvidado del todo pero con quienes no hablaba o que no veía en mucho tiempo. Y no es la primera vez que sucede, pero sí hay un nombre nuevo, uno que no pensaba que aparecería otra vez. Why again? And the answer appears as if conjured, although not the one to this question: it’s a project, the “let’s be nice” project, and it’s been like that for years, ever since he could remember. They might see him like a little kid, or like a childish grown man; in any case, they’re not really their friends, they’re just people connected by pity, the worst sentiment you could feel towards someone. Pity. And so it is. And that’s why some doors were chosen instead of others. Period...

viernes, 18 de julio de 2008

Dímelo despacito


Y algún día verás
Que la vida es muy corta para llorar
Sé tú mismo, eso nunca nadie
Te lo podrá quitar


-- El espíritu del bosque (outro), de Mago de Oz



La voz me dice qué hacer, decir y sentir, pero no qué pensar; me gustaría no tener cuerpo, ser una mente a la deriba, o un náufrago en la isla las las vicisitudes, así nunca más estaría aburrido, sino siempre en constante compañía de las sorpresas. El suspenso, creo, es lo que nos hinca más fuerte que las respuestas negativas. Pero, de ser positivas, es la cucharada de azúcar adicional en el amargo café de las emociones.

Me duele el cuerpo, me duele tanto que ya ni lo siento; no camino, floto. Me siento como un hombre viejo, víctima del artrititis, tal vez peor. Y la palma de mi mano me observa, me muestra esa herida que más parece salsa de pizza y que aumenta el hambre; no duele, sabe rico. ¿Ya es la mañana o el sol decidió madrugar?

La voz, esa voz, sí, tú, ahí estás, y me hablas y te escucho y ¿qué hago? Tus consejos no suelen servirme, solo ayudas a confundirme más, como si yo mismo no hiciese un estupendo trabajo ya. Estás ahí, ¿no? ¿Por qué no te vas? Solo sabes hacer eso.

jueves, 17 de julio de 2008

Los elefantes también soñamos a colores

So the jewel of jeopardy
Shines with each dangerous step
So unsure of what we've become
What we have and what we have left...

-- Castles and dreams, de Blackmore’s Night


Esos puntitos rojos, sí, esos, adornan la línea de la vida y se muestran como un desgarrón, pero nada de negativo tienen cuando sacan a relucir lo que hay debajo, lo encubierto. Los sueños vuelven con su regularidad tan querida y más extraños que nunca, con nuevos significados y nuevos deseos, aterradores como nunca antes. Puedes verlos en todas partes, ni siquiera intentan escapar, y cuando entras a lo que parece ser una casa te elevas, flotas, subes hasta el piso que quieres, pero solo con el permiso de entrar a la primera habitación; abre una puerta prohibida y bienvenido al mundo de las pesadillas. Ahora agrégale una búsqueda, un objeto perdido (que en realidad simboliza algo o a alguien) en ese lugar, por lo que si deseas encontrarlo has de tener en cuenta que debes cruzar cada puerta. No sé, no llegué a hacerlo.


Es tan terrible como verse a sí mismo con vidrios en las manos. Inimaginable. Añádele un grupo de sicarios en busca de tu padre por realizar negocios que no agradaron a ciertas personas, y echále un par de motivaciones que te inlucran de una u otra manera a pesar de no quererlo. Así es como terminas con dos pedazos de vidrio en las manos, en la casa de un amigo que no conoces y que parece querer ayudarte, pero que al final te traiciona (como bien podías haber estado imaginando) y te da una máquina que te permite regresar al pasado inmediato solo para volver a vivirlo todo nuevamente, sin oportunidad de cambiarlo. ¿Suficientemente extraño?

Así son las cosas. A veces no podremos conseguir eso que deseamos tanto, es cierto, pero el punto es que intentamos. El dejar de intentar es fallar de antemano. Las inseguridades al tacho, donde serán mejor apreciadas, y las ganas bien dobladitas y metidas en el bolsillo de la camisa, al igual que la posibilidad de hacer el ridículo o quedar en vergüenza. No sé, dile adiós al orgullo y dale, ¿vale? La presión de una respuesta, LA respuesta; es lo que guía una vida, la garita de control antes de pasar al otro lado. “Hey, nunca te había visto por aquí. ¿Eres nuevo?” Sí, me acaban de hacer. “Pobre pavo”.

miércoles, 16 de julio de 2008

Susurros


Thought I would float but the rain didn't come anyway
The next time we meet here you better bring matches
(A loss has occurred or may occur)
I'd rather it burn than collapses
(A loss has occurred or may occur)

-- Memory daydream lapses, de OSI


¿Por qué esperamos que lo peor ocurra para poder reaccionar? ¿Por qué somos ciegos ante lo que tenemos y desdichados cuando lo perdemos? ¿Por qué caminamos por la cuerda floja de la vida con la vista hacia arriba? ¿Por qué esperamos? ¿Qué esperamos? ¿Por qué los momentos de reflexión son tan momentáneos y esporádicos? ¿Por qué una situación tiene la capacidad de hacernos cambiar de parecer solo por unos minutos? ¿Por qué somos tan idiotas? Somos humanos, esa es la respuesta; y con qué facilidad lo decimos.

Nada es más cierto en la vida que la muerte, por más nefasto que pueda sonar, pero es cierto, y es algo que tenemos que aprehender si queremos ser felices. La gente no tiene razón en temer a lo que cree que hay luego de la muerte, pues el temer implica cierta clase de conocimiento, un saber que está más allá de cada ser. A lo que teme en realidad es a la forma en la que morimos, y con justa razón, diría yo. No quiero ahondar en esto, así que solo diré una cosa: es hora de perderse en el mundo de las posibilidades y no dejar de hacer lo que puede presentarse como incierto.

Nadie está seguro de nada, incluso aquel que asegura no estarlo. ¿Qué demonios esperamos para reaccionar?

martes, 15 de julio de 2008

Cuadraditos de cacao


Someday I'll understand my dreams
So deep inside
And then I'm free again to leave
The pain behind

-- Pride, de Shaman


Dicen que hay ciertos brownies (las tortitas de chocolate, no los duendes ni los “happy” brownies) que tienen la capacidad de otorgar un conocimiento casi ilimitado de las cosas, y aunque aquello puede sonar un tanto fantasioso, no me parece jalado de los pelos para nada.

La semana pasada descubrí al cocinero/pastelero que vive dentro de mí; no es nadie que me haya comido, sino otro don más que se agrega a la ya inmensa lista de dones (se siente bien ser arrogante de vez en cuando, y también la mayor parte del tiempo). El sábado decidí probar con chocolate, así que hice brownies, pero no unos cualquiera, como esos que venden en bodegas o que de vez en cuando se hornean en las casas, sino unos brownies de la sabiduría. No tuve idea de lo que preparaba hasta que le di un mordisco a uno y la realidad comenzó a dar vueltas y a venir hacia mí, como si cada cosa que existiese (y que alguna vez existió) qusiese introducirse en mi cerebro y dar cuenta de esa existencia esencial (y no material, de lo contrario mi cabeza sería más grande de lo que ya es).

Estas cosas no suelen pasar muy a menudo, al menos eso asumo, y definitivamente no creo que pasen con tortas de chocolate, solo con brownies. Y, bueno, no sé cómo es que estos resultaron tener ese asombroso poder del cual no puedo jactarme de tener aún, pues el conocimiento solo lo obtuve por unas horas, pero hasta cierto punto considero que debió deberse a mis excelentes habilidades culinarias, habilidades que, sin duda, nadie podría copiar por completo o siquiera por partes. Iré a preparar más.

lunes, 14 de julio de 2008

¿Ah?


In their science fiction books
they call us ‘the
planet with the cold and lonely heart’
-- Radio Earth, de Abydos


Es como el sentimiento experimentado cuando la pelota de fútbol cae al techo o se va a la casa de vecino, algo parecido elevado a la potencia de menos uno; yo me entiendo. Hoy es el primer día del resto de mi vida, por decirlo de manera que lo abstracto vaya cobrando forma, algo así como la masa del brownie que va adquiriendo su sabor chocolatesco y sabroso mientras se le agregan los ingredientes: separados son una cosa; juntos, algo distinto.

No sé, esta noche no es exactamente como las otras noches, oscuras y solitarias; tampoco es iluminada o populosa. Esta noche quiero echarme en el jardín con los audífonos en los oídos y con la vista a las estrellas, muy probablemente con las ganas usuales de volar como cuando era un pequeño cachorro. Y claro, tal y como lo supones, el espacio es como esos libros en los que conectas un punto con otro, una estrella con otra, para formar imágenes divertidas; nada cercano a constelaciones o signos astrológicos que falsamente nos cuentan de la suerte. Quiero soñar.

Ahora las cosas se ven transparentosas, casi invisibles, casi desaparecidas. Pero se aguantan, sabes. Es más, no se aguantan, flotan a pocos centímetros del suelo y se aguantan a sí mismas, ajenas, echadas a un lado con sus propios problemas, exiliadas del mundo. Exiliadas del mundo… No puedo imaginarlo, tener que vivir en un lugar diferente a este mundo; en realidad sí puedo, siempre, siempre puedo. Y antes de comenzar a seguir diciendo frases sin sentido, dejo esto en estasis, como un cubo gelatinoso con muchas burbujas de aire. ¿Vale?

domingo, 13 de julio de 2008

El último aliento de un navegante sin rumbo


“Man is least himself when he talks in his own person... Give him a mask and he'll tell you the truth”.
-- Velvet Goldmine (1998)
.
.
Conversación basada en hechos de la vida real entre un reloj (R) y un fósforo (F):

R: ¿Estás ahí?
F: Depende del sentido que le des a tu pregunta. ¿Realmente estamos aquí?
R: No te hagas el filósofo, por supuesto que estamos aquí. Te escucho, me escuchas; claro que estamos aquí.
F: Pero ¿acaso con eso basta? No podemos vernos, solo escuchar nuestras palabras y la de los humanos a los que pertenecemos. Y, sin embargo, ¿podemos conformarnos con ese sentido?, ¿podemos confiar plenamente en que lo que escuchamos existe?
R: Ahora sí que te has vuelto loco. Olvidas que también sentimos a través del tacto, y eso, en última instancia, es lo que determina que existimos.
F: ¿Y si solo lo imagináramos? Tal vez todo esto es solo un sueño, tal vez ambos estamos siendo soñados y lo que nos rodea, lo que tomamos por auténtico y cierto es una ilusíón.
R: No lo creo así. En los sueños el tiempo no existe, y aquí me escuchas moviendo mis manecillas, contando los segundos, los minutos y las horas que pasan.
F: El tiempo no existe, mi querido amigo. El tiempo es otra gran invención del hombre, para bien o para mal. Ni tú ni yo lo comprenderemos completamente, pero el tiempo puede ser visto como una bendición y a la vez una maldición…
R: ¡Silencio! ¿Cómo puedes decir semejante barbaridad?
F: Solo digo lo que creo saber.
R: Puras burradas. El tiempo es mi vida y soy feliz con ello; vivo por él y para él. No puedes simplemente decir que no existe y esperar que me quede tranquilo ante tal absurda pretensión. ¡Sí que existe! De lo contrario no estarías hablando conmigo.
F: No te asulfures, mi intención no era insultarte, sino darte mi opinión.
R: Y qué opinión, eh.
F: Ahora que hablamos de nuestra razón de vivir, para serte honesto no me considero afortunado.
R: No te comprendo. ¿Cómo puedes no sentirte afortunado cuando tienes la capacidad de crear el invento humano más importante?
F: Te equivocas, mi buen amigo. El fuego no fue inventado, fue descubierto. Y sí, es cierto que puedo crearlo, pero esa es mi única utilidad en la vida, y una vez que la llevo a cabo solo tengo unos cuantos segundos para disfrutar de ella.
R: Nunca lo había visto de esa manera, yo…
F: Y en eso se resumen la existencia, al menos para algunos: cumplir un fin.
R: Un tanto trágico, ¿no crees?
F: Por el contrario, es un pensamiento bastante refrescante y esclarecedor si lo miras desde cierta perspectiva. Qué magnifico es existir para servir de algo, siempre y cuando ese ‘algo’ esté relacionado al bienestar de los demás. La sensación de vivir para ayudar, vivir por los otros y para los otros; es un sentimiento que no he podido experimentar aún, y que cuando lo haga será por breves segundos, pero sé que es increíble, completamente refrescante. Pienso que los humanos también siguen una línea de vida muy parecida, pero es un tema que no me toca discutir, especialmente porque desconozco su naturaleza, y lo que sé de ellos es tan solo el conocimiento de un simple fósforo que duda de la existencia y que pretende encontrar las respuestas del universo antes de que el fuego lo consuma. Sí, eso creo.

sábado, 12 de julio de 2008

That little thing you don't let yourself believe in


“Sometimes people need a little help. Sometimes people need to be forgiven (…) If you can forgive someone... Well, that's the tough part. What can we forgive?”

-- Magnolia (1999)


Today I've decided that I won’t make any decisions again; is that crazy, or the most sane thing you’ve ever heard? Well, for starters, there is no such thing as sanity. El mundo está loco, tal vez no de igual manera y no todos de forma tan profunda, pero eso que llamamos “normalidad” es solo un ideal, una utopía inasible. Tal vez aquellos que tomamos por “anormales” son más cuerdos que nosotros mismos, tal vez ellos conocen la verdad del universo o las respuestas a las preguntas más importantes; tal vez son más felices que nosotros.

Imagine you look into a hole, the deepest, most terrifyng hole you’ve ever seen in your entire life. Are you imagining it? Good. Now, jump! Es como mi profesor de física una vez dijo: “Una persona que está casi segura de que no existe en la Tierra nadie más que ella misma decide acabar con su vida lanzándose del edificio más alto que hay; el problema surge cuando, en el preciso momento en que sus pies dejan de tocar suelo y comienza a caer, escucha sonar un teléfono a la distancia”. Es la caída más larga, the biggest regret!

People do horrible things; things that you’d never expect from someone you know (or think you know), for example. People surprise us all the time, pretty much like life, so unbelievably unpredictable that sometimes you want to close your eyes and pretend there’s nothing there, nothing waiting outside the darkness you’re immerse in. You can try and act like a blind man; you can cover your ears and fool us all; you can close your mouth and dwell in silence; you can trick the world as much as you want to, but the ever-present witness, you, will never be deceived by your lies. Good luck living in deception!

Prende un par de velas mientras la música comienza a invadir la habitación con una dulzura irrevocable, toma asiento en el sillón y seguidamente da un sorbo a su bebida antes de caer en reflexiones que, sabe, lo abrumarán tanto como las veces anteriores. Y es que son asuntos tan necesarios de resolver que ha olvidado cómo vivir, ha perdido el recuerdo de cómo era antes de que estos infortunados sucesos tomasen lugar. No obstante, un haz de luz parece surgir en medio de la oscuridad que lo rodea; ¿será lo que creo que es?

viernes, 11 de julio de 2008

El otro camino (segunda parte)


“It's hard to stay mad when there's so much beauty in the world.”

-- American Beauty (1999)


No sé ustedes, pero yo no elegí nacer en el Perú ni, por correlación, ser peruano. No digo que me arrepienta de ello, sino que me frustra el no haber podido elegir (más allá del hecho de que un recién nacido no pueda tomar este tipo de decisíones) y me molesta que si trato de cambiar mi nacionalidad tengo que hacer una serie de trámites que pueden durar semanas, meses y hasta años, sin olvidar el coste económico. ¿Por qué no podemos andar libres por el lugar, por el país, que queramos? ¿Por qué tenemos que pertenecer a un lugar? ¿Por qué no ser “ciudadanos del mundo”? La respuesta, como en los casos anteriores, sigue siendo la misma: orden. Entiendo que los seremos humanos necesitamos un orden, hasta cierto punto, pero que nos nieguen la libertad de ir a donde nos plasca (o que nos armen un lío, en todo caso) es pasarse de la raya, creo yo.

De aquello surge otra pregunta, tal vez la más importante: ¿quién decide este orden? ¿Nosotros? En teoría, sí, pero en la práctica todo se reduce a una persona que decide “en representación de nuestros intereses”, pero vale decir que no el de todos, sino el de una mayoría que no necesariamente y no siempre nos incluye. Definitivamente es más fácil y mucho más eficiente en cuanto a tiempo se refiere (pues qué complicado sería que cada persona dijera lo que opina y argumentara acerca de su postura), pero no considero que sea enteramente justo. Es cierto que vivimos en una “democracia” (al menos en lo que se refiere a nuestro país), pero pienso en quienes no estaban de acuerdo con nuestro representante y que no ven sus intereses reflejados en la política nacional; ¿qué con ellos, con nosotros?

Considero que el mundo está lejos de ser un lugar ideal donde vivir. De hecho, existen muchas cosas grandiosas en él y que merecen nuestro aprecio, pero cuando de políticas se habla, en mi opinión, hay mucho por mejorar y mucho más por cambiar. What do you think?

jueves, 10 de julio de 2008

El otro camino


“(…) We will fail to acknowledge that there are forces at work beyond our understanding. To be a scientist, you must have a respectful awe for the laws of nature.”

-- The Happening (2008)


A veces me pregunto por qué tenemos que hacer nuestras camas si volveremos a desordenarlas más tarde; o por qué lo común es sentarse en la mesa a comer en lugar de hacerlo parados o en movimiento; o por qué tenemos que estudiar para graduarnos, ya sea del colegio o de la universidad o de algún instituto; o por qué debemos seguir las leyes de nuestra nación como si nosotros mismos hubiésemos elegido nacer aquí; o por qué estamos sujetos a los derechos humanos (muy a pesar de serlo nosotros mismos) si nuestra opinión personal no suele ser escuchada en temas que implican a la gran mayoría. Generalmente, la respuesta a la que llego es a que existe un orden prestablecido (o establecido de a pocos a lo largo de los años a través de la experiencia y de la “prueba y error”) al que no podemos escapar incluso si quisiéramos.

Las dos primeras preguntas tan solo reflejan un poco mi rebeldía innata, y no hace falta reflexionar sobre ellas. La tercera es una que me molesta desde que ingresé a la universidad y que aumentó en importancia luego de ver la película The Grinch (no creo que necesite explicar cómo las cosas menos esperadas a veces pueden tener un gran impacto en las personas). Sin duda no elegí ser matriculado en un colegio (aunque agradezco que lo hayan hecho), pero sí tuve la opción de continuar con los estudios, aunque ahora que lo pienso más detenidamente nunca pasó por mi cabeza la idea de no seguir estudiando, pues recaía en mí (como imagino que recaía y recae en muchos) el peso de la tradición y de la oportunidad de tener una “buena vida”. Lo “normal” es estudiar, conseguir un trabajo, tener una familia, ser “feliz” y morir, y estando en la etapa de transición durante los últimos meses de colegio (cuando ya lo terminaba y casi estaba dentro de la universidad) esa era la única visión que tenía de la vida futura que tendría; craso error.

Es cierto que he repetido esto hasta el cansancio, pero lo hago para demostrar la importancia que tiene: olvidé que existe algo más que vivir la vida estudiando para trabajar y conseguir el dinero que supondrá la formación de una familia y una existencia “feliz”; existe lo que algunos llaman ‘vagar’ o ‘ser un don nadie’ y que, ignorantemente, toman como el camino menos deseado por creer que no brinda esa felicidad que el “éxito” monetario sí. Aquí hay muchas cosas por aclarar. En primer lugar, uno puede formar una familia en la pobreza y aún así ser feliz (sin comillas) a pesar de las dificultades para sobrevivir. En segundo, el “éxito” monetario y el relacionado con la fama no son los únicos “éxitos” que hay; a mi parecer, el realizar nuestros sueños, trazados y consumados de la manera que nosotros queremos (respetando la libertad de otros, claro), es el mayor éxito existente, y no tiene porqué vincularse con los otros dos. En tercero, el no estudiar no implica que seamos unos fracasados. Y en cuarto, ¿quién nos asegura que las personas con menos recursos en general, con menos dinero y con menos facultad de razonar son menos felices? A veces creo que son ellos los más felices, pues no son agobiados por los problemas que el dinero, por ejemplo, puede crear, entre otras razones. Habría que meditarlo.

Sé que mi posición es privilegiada, pues tengo un techo donde vivir, un plato de comida cada día y mis estudios son pagados, pero no dudaría ni un instante en dejar todo esto e irme para empezar por mi propia cuenta en un sitio donde nadie me conozca y pueda considerarme igual (en todo sentido posible) a todos, siempre y cuando un lugar así llegara a existir en este mundo. Lamentablemente, son solo utopías, las cuales me llevarían a mis siguientes preguntas y, consecuentemente, a mis siguientes respuestas. Tomorrow will be the day.

miércoles, 9 de julio de 2008

La "siniestra"


Sometimes I feel like
Everybody's got a problem
Sometimes I feel like
Nobody wants to solve them

-- Take my hand, de Simple Plan


Hoy retomé la misión de volverme zurdo utilizando un cuaderno para colorear. Aún no estoy seguro de cuán lejos llevaré esto, pues sé que existen ciertos impedimentos que imposibilitaran mi tarea (genéticos, por ejemplo), pero particularmente porque me agrada la idea de llegar a un punto medio y ser ambidiestro en lo que concierne a la escritura (en todo lo demás es más fácil). Tengo entendido que si practico constantemente el uso de la mano izquierda, en nueve a catorce meses puedo ser completamente zurdo, pero es una decisión que aún no tomo, pues no quiero dejar de lado la derecha; nunca se sabe si será necesaria nuevamente.

Inicié este proyecto dos años y medio atrás, pero lo dejé por falta de compromiso, circunstancia diferente actualmente, pues tengo varios libros para aprender a escribir y muchos para colorear, así que es cuestión de continuar hasta cierto punto. Definitivamente es difícil hacer las cosas con esa mano, como si algo le dijese que no se mueva con facilidad; es el cerebro, si no me equivoco. Pero por el momento no hay nada que me haga cambiar de opinión en desarrollar el uso de mi mano izquierda y, en consecuencia, también el de mi hemisferio cerebral derecho.

Creo que esta misión nació del hecho de que solo hay aproximadamente un 10% de personas zurdas en el mundo, lo cual las vuelve especiales en cierto sentido. Además, las estadísticas muestran que hay un mayor porcentaje de personas exitosas zurdas que diestras, aunque esto en realidad no me guía mucho. Pero la razón que sí me impulsa particularmente es la de ser parte de un grupo que ha sido discrimanado a lo largo de la historia, a pesar de que no todos lo sepan y que no todos lo hagan. En definitiva, me he planteado este reto como una manera de mejorarme como ser humano y estoy seguro de que algún buen resultado debe surgir de todo esto.

martes, 8 de julio de 2008

Disputas, adioses, pérdidas y llantos


Tengo sed
Te necesito
Para beber tu sangre
Y convertirme
En parte de ti

-- Sed, de Libido


Hoy no hay ganas de nada, solo un vacío muy grande y el tiempo que se pasa más rápido de lo que debería. Cada día se aprende algo, es universalmente sabido, pero hoy no tengo nada interesante o valioso que compartir, ni siquiera palabras sin sentido o reflexiones absurdas; hoy no aprendí nada que valga la pena ser contado. Parece que la mecha de la bomba está muy corta ya, y el soplar para detenerla, o siquiera acortarla, no sirve de mucho.

Espero por un milagro, pero olvido que no creo en ellos, o que no los llamo así, pues el hecho se asocia a lo divino, algo con lo que no me identifico en lo absoluto. Alguien una vez me dijo que quien no cree en nada superior a sí mismo se está autodenominando ser supremo, y que está por encima del resto; tal vez haya tenido razón, pero no me siento particularmente mejor que nadie, pero no niego que me gustaría. Puedo argumentar que solo creo en lo real, en lo que ven mis ojos y tocan mis manos, pero el mundo es una banalidad, y nada de lo que consideramos real lo es realmente; al menos eso creo. Pero contrario a la creencia popular, sí creo en algo por encima de mí mismo.

Es díficil ponerle nombre a la historia de nuestras vidas (por lo menos hasta donde hemos vivido, sea mucho o poco) y mucho más nombrar los capítulos que la componen. Personalmente, considero que es más fácil contar la historia que darle un nombre. Cuando la tarea debe hacerse, hay muchas formas de llevarlo a cabo, maneras de simplificar un poco el trabajo mental, y una a la que más recurro es el buscar las palabras o símbolos que más se repiten y que mayor significancia tienen en el/la capítulo/historia; ello nos dará una idea de qué poner.

¿Qué tan fácil es olvidarse de una persona? ¿Qué tan fácil es dejar de sentir emociones (sean las que sean, positivas o negativas) hacia otra persona? Creo que la respuesta recae primero en hacer un cambio con la pregunta: en lugar de ‘fácil’, ‘difícil’. Y segundo, en que siempre depende de la persona que se trata de olvidar y de la que intenta llevar a cabo la acción, así como del tipo de relación que se tenía (amorosa, de amistad, familiar, laboral, etc) y qué tan fuerte era. Si no es muy fuerte, pienso que no sería muy difícil; caso contrario si sí lo fuese. Desde este segundo acercamiento, sea la relación que sea, se dé entre dos personas “normales” cualesquiera (no creo en la normalidad como tal), el olvidar siempre será difícil. ¿Hacía falta este mini-análisis para llegar a la respuesta? Qué raro.

lunes, 7 de julio de 2008

Puñados de lluvia


Things aren't the way they were before
You wouldn't even recognize me anymore
Not that you knew me back then

-- In the end, de Linkin Park


A veces me pregunto por qué hablamos si nadie nos escuchará. Pero decir ‘nadie’ es exagerar de sobremanera, así como tener dos orejas y solo una boca es una indirecta bastante directa por parte de la naturaleza. ¿Y que te parecería si dijese que el orden existente es solo para los conformistas; o que las personas no son realmente ciegas, sino que cierran los ojos cuando les conviene; o que eso de “solo en el Perú” es otra forma de decir “estamos cagados y me zurro en ello”? El arte de la contradicción es practicado por miles (me incluyo), pero eso no solo demuestra que no siempre elegimos una cosa y la llevamos a cabo, sino que damos espacio a la duda para poder tergiversar nuestros actos/palabras/pensamientos/principios con el fin de beneficiarnos o beneficiar a otro. Y eso no significa ser peruano; eso es ser humano.

“Lo tuyo será mío y lo mío tuyo,” son las palabras más sabias que he escuchado en toda la semana (pasada), y de cierta manera me gustaría que el fondo sobre el cual se pinta aquella frase pudiese llevarse a cabo. Si se la dices a alguien que porta algo en el preciso momento en el que tú llevas un objeto propio, entonces el intercambio se dará inevitablemente, no necesariamente con el consentimiento de la otra parte. Es algo injusto y, sin duda, la mejor manera de robar con una excusa de por medio; pero me gustaría que existiese algo así (decir que no sé la razón de esto es una inmadura excusa, pero el decir la razón de igual manera me vuelve inmaduro; no puedo escapar a lo que soy, pero en ningún momento dije que quisiera hacerlo).

La máscara que con tanto miedo usó cerca de cuatro años para salvaguardarse de los infortunios del mundo se ha deslizado y ha dejado expuesto el rostro que muy pocos conocían y que, ahora, muchos comienzan a conocer. Los hay quienes quedarán engañados el resto de sus vidas, y no porque lo merezcan, sino porque las circunstancias se dieron de tal manera y porque el destino, azaroso como no hay otro, así lo decidió; lástima por ellos, qué más puedo decir. No es un nuevo comienzo, es la continuación de lo que alguna vez se postergó, el cierre de paréntesis. El rostro, métafora de lo físico, es apenas una parte; el resto, lo más difícil de avistar, no tardará en descubrirse. Esperen despiertos.

domingo, 6 de julio de 2008

Recibí tu mensaje


Did not want to see the signs of the dimming flame
I need to have more time

-- Under your tree, de Sonata Arctica

Estaban escritos en las hojas de cuatro árboles contiguos, pero no logro recordar las palabras ahora que no tengo acceso a ellas; apenas sé que cuando las leía por primera y única vez no guardaban un sentido particular, y fue justamente por eso que decidí ir por papel y lápiz para copiarlo y darle una mirada más atenta en la tranquilidad de mi casa. Eran, indudablemente, los deseos de mi alma plasmados en el Arbol de la vida. Pero, ¿cómo imaginar un árbol tan importante dividido en cuatro?

Cuatro puntos cardinales que se cruzan en un punto, en el eje del mundo, donde el cielo y la tierra se conectan entren sí para crear lo que conocemos como “el comienzo de la vida”, una suerte de ombligo u ónfalo mediante el cual la comunicación con los dioses se vuelve posible; así podría imaginarse. Pero, contrario a lo que algunos crean, los ombligos son cicatrices, las primeras que marcan nuestro cuerpo y dan inicio a un sin fin de otras cicatrices (no todas físicas, por supuesto).

El Árbol de la vida puede ser asociado a la inmortalidad, pues se lo relaciona con el Elixir de la vida y con la Piedra filosofal, y en esas premisas baso mi conclusión: los deseos de mi alma buscaban quedar marcados para siempre. Lamentablemente, no sé cuándo volveré a tener acceso a ellas, si es que verdaderamente se da la oportunidad alguna vez; solo me queda soñar. Lo que sí puedo rescatar de todo esto es que la letra con la cual estaban escritos esos deseos me era extrañamente familiar. Fuiste tú quien los escribió, y aún no sé por qué, pero te prometo que lo averiguaré.

sábado, 5 de julio de 2008

¡Sobredosis de chocolate!


¿Y por qué soñar?
¿Por qué soñar ya no es
Bonito ni feo?
¿Por qué va siendo lo ultimito,
Lo ultimito, lo ultimito
Que queda?

-- Luna lunera, de Estopa


Hoy la luna sonríe desde su hogar en la apremiante oscuridad que intenta consumirla cada noche; sonríe como si supiera algo que ignoramos, como si tras esa sonrisa coqueta y misteriosa se escondiese un secreto muy valioso, aunque no tan precioso como ella misma. ¿Qué esconderá?

Me recuerda a mi Luna de chocolate, tan enigmática que pienso que la conozco menos de lo que podría creer y querer. Es, sin duda alguna, el animal más inteligente que he conocido, no tanto por la destreza con la que solía trepar la cerca del jardín ni por la astucia con la que abría la puerta de la cocina para escabullirse por el comedor, subir las escaleras y entrar a mi cuarto para dormir junto a mí, sino por el tipo de conversaciones que teníamos. Y digo “teníamos” por que hace unos meses tomó la decisión de callar para siempre; admiro su determinación.

Antes de su “voto de silencio” solía contarme de la vida desde su perspectiva, lo difícil que era para ella ser perro cuando hubiese preferido mil veces antes ser algún felino, en especial un puma. Además, siempre me agradecía que la hubiese llamado Luna, pues en su idioma perruno significa ‘Princesa’, y eso la hacía sentir mejor consigo misma, aunque nunca se comportó de manera arrogante. Por el contrario, es el ser más humilde que he conocido, y muchas veces he tratado de copiar su sabiduría; sigo intentándolo.

La luna sonríe; ¿y qué hacer si no sonreírle de vuelta? :)

viernes, 4 de julio de 2008

Con cariño


I hope you realize you threw away
The best thing that ever happened to you
Forget my name and forget my face
Hope you get on a plane and forget this place
So I never have to deal with you again

-- Away we go, de Valencia


¿Qué harías si te dijese que hoy es el día en el que todo lo que conoces dejará de existir para bien y para siempre? ¿Qué pensarías si te dijese que eso que más quieres jamás será tuyo sin importar cuánto tiempo y esfuerzo dediques para conseguirlo? ¿Qué sentirías si te dijese que cada paso que des hacia delante te hará dar, inevitablemente, dos pasos hacia atrás? ¿Qué me dirías si te dijese que no eres nadie, que nunca exististe y que la vida que crees estar teniendo es solo un sueño del cual despertarás instantes antes de que la felicidad te alcance? Estoy de acuerdo contigo.

Hay días como hoy, días en los que cada cosa se ha puesto de acuerdo consigo misma y con todas las demás para hacerte sentir cochinadita de ombligo, y no te miento, es la pura verdad, es tan cierto que tengo miedo de saber lo que sé. Lo sé, solo hablo de cosas absurdas; es como si te dijera que hoy vi a Dios y tu me respondieses que Dios no existe, a lo cual yo contestaría que tienes toda la razón. Y, a pesar de tenerla, tu cabeza (tu mente, específicamente) está hecha un desastre, es una gelatina de tres sabores (los que más te gusten) que ha pasado demasiado tiempo fuera de la refrigeradora y ahora es un líquido plasmático sin mucho que contar. Solo hablo de cosas absurdas, ¿pero de qué más se puede conversar con alguien que no tiene idea de nada o, en todo caso, de nada importante?

En un momento del día se me ocurrió tener el poder de cambiar mi aspecto por el que deseara, de tal manera que pudiera ser todos a la vez y nadie al mismo tiempo. Incluso, no te engaño, me cruzó por la mente la idea de ser tú, pero fue una idea tan rápida que no sé de dónde salió y a dónde fue a parar, una idea más estúpida que tú, si me permites decirlo; ¿me lo permites? Sabía que dirías eso. Dame trescientas doce mil razones para decirte lo que quieres escuchar y para cada una de ellas mi respuesta, mi razón de no hacerlo, será siempre una, la misma: el tiempo es un concepto juguetón al que le encanta hacer bromas, pero de vez en cuando (muy de vez en cuando) decide llevar a cabo una acción seria que da como resultado la pérdida de algo, de lo que sea. Saca tus propias conclusiones. Time’s up! And shadows of better times come crashing all the way down here. I’ve waited long enough.

jueves, 3 de julio de 2008

Corazón entreverado cuasi-cerebral

It seems so hard to carry on
When you hear a voice
From long ago, so bittersweet

-- Remember yesterday, de HammerFall


Ayer vi otro amanecer irse Tan rápido como llegó, posiblemente asustado del mundo que visita día a día, aunque hay quienes dicen que ya debiera haberse acostumbrado millonEs de años atrás, en sus días de jovenzuelo travieso; ¿quién lo entiende?

Ayer supe lo quE significa cargar con los problemas del mundo mientras se sube por una cuesta de ochenta y nueve grados de inclinación que no tiene mucho de cuesta y sí de risco. No se sintió muy placentero, eso es seguro, eXactamente como creía; ¿quién los entiende?

Ayer luché contra el sueño como quien lucha contra el vienTo y jamás me sentí tan feliz de perder cada encuentRo. Nunca pelees en contra de quien está de tu lAdo o, en todo caso, contra quien lucha en pos de tus convicciones, niÑa de mis sueños; ¿quién te entiende?

Ayer perdí nOción del tiempo, una bendición de la que he podiDo jactarme muy pocas veces, pero que he disfrutado cada vez como si nunca fuesE a suceder nuevamente. La experiencia me desmuestra que puedo equivocarMe y me encanta; ¿quién me entiende?

Ayer te vi otrA vez, como te veo cada día en miS pensamientos, como te veo siempre a mi lado, más sImbolica que físicamente, claro. Fui a tu casa, como Acordamos años atrás, y puse flores en la lápida que aDorna tu tumba comO me pediste; ¿quién nos entiende?

Ayer fue otro díA, y hoy es eL hoy. ¿Mañana nos vEmos donde siempre?

miércoles, 2 de julio de 2008

El espejo invisible (tercera parte)


From the stars, she still whispers
Envied among all her sisters
Entwining the kingdom of infinity

-- Cassiopeia, de Dragonland

Tuvo lo que creyó ser una pesadilla o lo más cercano a eso, y qué manera de llamar al sueño en el que aparecieron todas las personas que alguna vez conoció. Tal vez fue la abrumadora presencia de tantas caras conocidas, tantos nombres adjuntos a ellas, tantas experiencias compartidas, tantas felicidades y desventuras. O quizás el hecho de que nadie se mostrase alegre de verla era lo que cargaba el ambiente de una tensión casi palpable con los puños entumecidos, con las frentes fruncidas. Pero podría asegurar que lo que le dolió más a la pequeña fue encontrarse con una amiga de antaño a quien no reconoció físicamente, pero que con tan solo verla supo de quien se trataba; una amiga que conocía poco más de cuatro años y que la sujetó por los macilentos brazos y la acorraló contra una pared mientras repetía la misma pregunta una y otra y otra maldita vez tan cerca de su rostro que podía sentir su húmeda respiración en las mejillas: “¿quién eres?”

La respuesta parecía estar en la punta de su lengua, como si quisiese dar un clavado mortal hacia el exterior, pero los labios no se abrían. No era una renuencia a pronunciar la respuesta, sino una completa falta de la misma, como si la supiera pero no pudiese recordarla. La otra chica la miraba ansiosa, le dirigía esa mirada fulminante rodeada de un hermoso y dañino verde, y repetía la pregunta ya no tanto para ella, sino para sí misma. ¿Quién eres? Y de pronto la soltaba, pero los brazitos se habían acostumbrado a la presión y seguían palpitando rojos de la vergüenza, rojos del miedo.

Cuando despertó, sobresaltada, sudorosa y hambrienta, corrió hacia el único ornamento que decoraba la habitación, su espejo invisible. Sin embargo, por más que lo intentó, no consiguió encontrar la escurridiza respuesta a la pregunta que aún revivía en su mente; miró fijamente al espejo y trató de verse a sí misma, pero solo vio sombras, imágenes borrosas y transitorias que se asemejaban a ella en ciertos rasgos de su personalidad, pero ahora comenzaba a dudar de que ella realmente actuara así, de que se viese así, de que sintiera así. Si no podía saber quién era, ¿cómo estaba tan segura de que esas imágenes eran ella? Y fue entonces cuando la respuesta la noqueó con tal fuerza que cayó al suelo sin poder poner resistencia alguna, y lo último que atinó a decir poco antes de perder la conciencia fue “Yo soy la que soy”. Y yo le creo.

martes, 1 de julio de 2008

El espejo invisible (segunda parte)


Mirror Mirror on the wall
Whose the sickest of them all
Mirror Mirror split in two
Look at me - who are you?

-- Mirror mirror, de Helloween


Retomando el tema anterior, tengo que hacer una aclaración: mi idea de los otros ‘yo’ no es enteramente mía, y hoy acabo de descubrirlo al ver (coincidentemente) el capítulo de Evangelion en el que se menciona algo de esto, aunque solo se habla del ‘yo’ interior y del ‘yo’ presente en los demás. Considerando el segundo, tal vez no dejé en claro que no es uno mismo en cada persona, sino que cada individuo nos piensa de diferente manera, por lo que somos diferente para cada vez.

Con respecto al primero, al ‘yo’ interior y, específicamente, al ‘yo’ que verdaderamente somos, temo que no tengo una respuesta satifactoria (como podrían imaginarse). Pienso que no hay forma alguna de acercarse por completo a esta entidad que podríamos aventurarnos a llamar “espíritu” o “alma” o “esencia”, pero sí creo que al pensarnos como los ‘yo’ que creemos y queremos ser nos aproximamos bastante. Si creemos ser algo, es indudable que no lo somos; y si queremos ser algo distinto, es evidente que ya somos algo, aunque cabe la posibilidad de que nos estemos proyectando desde el que creemos ser y no desde el que en realidad somos, por lo que esta segunda aproximación es un tanto ambivalente, pero no por ello poco acertada.

A mi parecer, si no somos una cosa, somos otra distinta; algo, al fin y al cabo. Y ese algo que puede verse como nuestro molde, lo que nos hace “únicos” y diferenciables entre otros seres humanos, es el ‘yo’ que verdaderamente somos y del cual se desprenden todos los demás. Al menos así lo pienso yo y, hasta cierto punto, también el álter-ego de Shinji.

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