domingo, 23 de noviembre de 2008

Las caídas más duras en la historia de las caídas


The water so warm that day
I was counting out the waves
And I followed their short life
As they broke on the shoreline

-- Anesthetize, de Porcupine Tree

Uno de los problemas más grandes que tengo es que creo escribir mejor cuando estoy deprimido, pero no consigo entender por qué lo creo así o si es realmente cierto. Algunos años atrás estaba convencido de ello, tanto así que utilicé el dolor como catalizador, me hundí en la peor de las aguas y me propuse escribir una novela. Lo complicado yacía en que este escrito nacía de un sentimiento bastante destructivo, por lo que amenazaba con convertirse en un producto vengativo nacido del odio.

Los primeros capítulos prácticamente se escribieron solos, especialmente porque estaba en el peor estado posible, lo que aceleraba la maquinaria en mi cabeza y alimentaba el fuego que ponía en marcha mi imaginación. Continué los siguientes con el dolor casi metido en mi ser por propia imposición; lo mantenía en mí como aliado obligado en una cruzada destinada al fracaso. Y fracaso fue lo que llegó cuando terminé lo que me propuse.

De todo ese nefasto hecho saqué una serie de enseñanzas, muchas de las peores maneras posibles. Aprendí que vivir con odio y dolor en el corazón solo llevan a un camino plagado por ambos del que es increíblemente difícil salir e incluso regresar. Que existe la posibilidad de que la depresión ayude a escribir, pero no es algo que quiera volver a poner a prueba o siquiera alentar a alguien a realizarlo. Y que las mejores enseñanzas son las que se viven por uno mismo, pero no cuando implican algún tipo de daño de por medio; estas son mejor aprenderlas de otros.


[El mejor grupo en lo que respecta a canciones depresivas. Nuevamente, no encontré un video adecuado.]

No hay comentarios.:

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails