Look, if you had one shot, or one opportunityTo seize everything you ever wanted-One moment
Would you capture it or just let it slip?
-- Lose yourself, de Eminem
Ahora es cuando toda la situación se ilumina y se muestra tal cual fue, de tal manera que se puede tener una visión objetiva (la que por tanto tiempo se imploraba conseguir) que cierre todas esas brechas creadas por la duda y el silencioso afán de superar metas. Claro, ahora se entiende todo acto voluntarioso y solidario como medios para lograr un fin, acciones no tan exageradas como para ser llamadas monstruosas, pero sí para etiquetar al actor de esta manera. Y no hay arrepentimiento, lo cual convierte las cosas en problemas más complicados.
La confrontación es casi segura, muy a pesar de las ya conocidas máscaras hipócritas, pues alguien siempre termina por reventar en algún momento, presa de su débil fuerza de voluntad y (tal vez, aunque poco probable) de un profundo sentido del bien. En este juego de a dos no existe ganador o perdedor, solo una batalla soslayada constante que podría o no terminar en la completa disolución de cada parte involucrada, condición que le da un giro al asunto e incita a seguir participando.
Se dijo que suficiente había sido dicho, y aquí estoy faltando a mis promesas, pero solo para poner punto final a un tema cuyas motivaciones han sido descubiertas, acalladas y reflexionadas con el solo propósito de atenuar el dolor y hasta desvanecerlo. Por otro lado, prevalece un asunto de fondo, consecuencia del primero, aunque el desenlace no tiene un final aparente y de nada sirve aburrirnos con infantilidades de personas que se hacen llamar maduras. Lo peor está por venir, pero desconozco el “cuándo”.
La confrontación es casi segura, muy a pesar de las ya conocidas máscaras hipócritas, pues alguien siempre termina por reventar en algún momento, presa de su débil fuerza de voluntad y (tal vez, aunque poco probable) de un profundo sentido del bien. En este juego de a dos no existe ganador o perdedor, solo una batalla soslayada constante que podría o no terminar en la completa disolución de cada parte involucrada, condición que le da un giro al asunto e incita a seguir participando.
Se dijo que suficiente había sido dicho, y aquí estoy faltando a mis promesas, pero solo para poner punto final a un tema cuyas motivaciones han sido descubiertas, acalladas y reflexionadas con el solo propósito de atenuar el dolor y hasta desvanecerlo. Por otro lado, prevalece un asunto de fondo, consecuencia del primero, aunque el desenlace no tiene un final aparente y de nada sirve aburrirnos con infantilidades de personas que se hacen llamar maduras. Lo peor está por venir, pero desconozco el “cuándo”.
[De pronto se me ocurrió agregar una absurdez más, aunque se debe admitir que tiene su gracia.]
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