Close my eyes, the lantern dies
The scent of awakening, wild honey and dew
Childhood games, woods and lakes
Streams of silver, toys of olden days
The scent of awakening, wild honey and dew
Childhood games, woods and lakes
Streams of silver, toys of olden days
-- Meadows of heaven, de Nightwish
Hoy me pusieron una vacuna después de cuatro largos y placenteros años lejos de las agujas. No le tengo un particular miedo a las inyecciones, tampoco me desmayo ante ellas ni debo prepararme emocionalmente antes de recibirlas; pero si existe alguna posibilidad alterna a tener que soportar el que me claven una aguja, entonces es seguro que la tomaré. No les tengo miedo, pero si puedo evitarlas, lo haré.
La de hoy fue casi obligatoria, y lo extraño es que no busqué otras vías para librarme de que me pongan la vacuna; la acepté como un niño aceptaría un caramelo (o tal vez no tan parecido). Había olvidado la extraña sensación en el cuerpo cuando el liquidito comienza a surcar por las venas e, incluso, me hizo recordar la que sentí cuando me vacunaron contra la fiebre amarilla; la sustancia era especialmente espesa, por lo que dolió más que cualquier otra inyección que alguna vez me hubiesen puesto.
En realidad no estoy muy seguro de por qué pensé que este tema podría resultar en algún tipo de enseñanza. Lo que sí rescato unos segundos después de haberlo meditado, es que el blog ha tomado un camino que no tenía previsto, lo que me hace pensar que tiene vida propia, tal y como me gusta que tengan todas las cosas que escribo. Nunca empiezo algo con una idea clara de la forma en la que terminará, pero sí al menos con una idea de qué es lo que me gustaría transmitir, aunque no siempre. Cuando escribo solo dejo que las palabras se encadenen unas con otras, que una oración le dé vida a la siguiente hasta tener algo parecido a la estructura del ADN, por hacer alguna comparación.
Y creo que ya puedo integrar lo de las vacunas. Simplemente las uno con el concepto salud, este con cuerpo, este con biología y este último con ADN, con lo cual queda trazado el puente hacia un post que parece no tener mucho sentido. Y ese básicamente era el sentido de este blog cuando lo inicié, no tener sentido, y es posible comprobarlo al leer las primeras cosas que escribí, que de hecho son un tanto confusas si es que son leídas por alguien que no sea yo; aunque para mí mismo ya son un poco entreveradas.
En fin, la verdad no sabía qué cosa escribir. Por lo menos es mejor que esos posts en los que solo pongo una oración o incluso menos. Quién sabe, tal vez este sea el escrito que le dé un giro a todo el concepto que tengo de este espacio, o quizás solo sea una faceta más de aquél. Lo importante es que hay algo para leer, y no siento que sea irrelevante. ¿O lo es?
La de hoy fue casi obligatoria, y lo extraño es que no busqué otras vías para librarme de que me pongan la vacuna; la acepté como un niño aceptaría un caramelo (o tal vez no tan parecido). Había olvidado la extraña sensación en el cuerpo cuando el liquidito comienza a surcar por las venas e, incluso, me hizo recordar la que sentí cuando me vacunaron contra la fiebre amarilla; la sustancia era especialmente espesa, por lo que dolió más que cualquier otra inyección que alguna vez me hubiesen puesto.
En realidad no estoy muy seguro de por qué pensé que este tema podría resultar en algún tipo de enseñanza. Lo que sí rescato unos segundos después de haberlo meditado, es que el blog ha tomado un camino que no tenía previsto, lo que me hace pensar que tiene vida propia, tal y como me gusta que tengan todas las cosas que escribo. Nunca empiezo algo con una idea clara de la forma en la que terminará, pero sí al menos con una idea de qué es lo que me gustaría transmitir, aunque no siempre. Cuando escribo solo dejo que las palabras se encadenen unas con otras, que una oración le dé vida a la siguiente hasta tener algo parecido a la estructura del ADN, por hacer alguna comparación.
Y creo que ya puedo integrar lo de las vacunas. Simplemente las uno con el concepto salud, este con cuerpo, este con biología y este último con ADN, con lo cual queda trazado el puente hacia un post que parece no tener mucho sentido. Y ese básicamente era el sentido de este blog cuando lo inicié, no tener sentido, y es posible comprobarlo al leer las primeras cosas que escribí, que de hecho son un tanto confusas si es que son leídas por alguien que no sea yo; aunque para mí mismo ya son un poco entreveradas.
En fin, la verdad no sabía qué cosa escribir. Por lo menos es mejor que esos posts en los que solo pongo una oración o incluso menos. Quién sabe, tal vez este sea el escrito que le dé un giro a todo el concepto que tengo de este espacio, o quizás solo sea una faceta más de aquél. Lo importante es que hay algo para leer, y no siento que sea irrelevante. ¿O lo es?
[Hablando de encadenamientos, este video puede no explicar lo que quiero decir, pero me hace pensarlo.]
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