Ooh this could be messy and
Ooh I don't seem to mind
Ooh I don't seem to mind
-- Hands clean, de Alanis Morissette
Me alegra decir que hoy fue mucho mejor de lo que esperaba, aunque al inicio hubo tensión de por medio. Tal vez mi malhumor de ayer no necesariamente se relacionaba con el trabajo, sino con algún otro factor de por medio, quizás uno en especial del que prefiero no hablar aquí por el momento.
Desperté tarde tanto por sueño como para no tener que lidiar con nadie desde tan temprano, lo que me benefició, pues todos salieron antes de que me levantara. Anduve solo toda la mañana, almorcé solo, pero ya en la tarde tuve que juntarme con los otros para que nos recogieran, aunque no les dirigí la palabra en ningún momento, a menos que me hiciesen alguna pregunta.
En el trabajo me sorprendieron con una buena noticia: mañana podré usar la caja registradora. Esto me alegró el resto del día, pues ahora veo que no somos empleados “mantequilla” o “de mentiritas”, sino que recién estamos siendo entrenados, por lo que voy entendiendo las cosas. Me gustó que me dejaran atender un pedido y manejar el dinero, más allá de lo complicado que puede ser si no se tiene práctica, así que estuve bastante motivado.
Nuestra supervisora de hoy era un poco más seria que la de ayer, por lo que la cadena con la que nos controlaba estaba algo más ajustada, así que debíamos ser un poco más autosuficientes y cargar con más responsabilidades. Sé que aún me falta mucha práctica, pero ya voy agarrándole el truco a todo el sistema de preparar comida y servirla; lo único en lo que todavía me veo algo deficiente es al comunicarme casualmente con los otros empleados. Definitivamente mañana comenzaré a hacerlo.
Enseñanza de hoy: no es buena idea lavar los contenedores de mostaza sin guantes.
Desperté tarde tanto por sueño como para no tener que lidiar con nadie desde tan temprano, lo que me benefició, pues todos salieron antes de que me levantara. Anduve solo toda la mañana, almorcé solo, pero ya en la tarde tuve que juntarme con los otros para que nos recogieran, aunque no les dirigí la palabra en ningún momento, a menos que me hiciesen alguna pregunta.
En el trabajo me sorprendieron con una buena noticia: mañana podré usar la caja registradora. Esto me alegró el resto del día, pues ahora veo que no somos empleados “mantequilla” o “de mentiritas”, sino que recién estamos siendo entrenados, por lo que voy entendiendo las cosas. Me gustó que me dejaran atender un pedido y manejar el dinero, más allá de lo complicado que puede ser si no se tiene práctica, así que estuve bastante motivado.
Nuestra supervisora de hoy era un poco más seria que la de ayer, por lo que la cadena con la que nos controlaba estaba algo más ajustada, así que debíamos ser un poco más autosuficientes y cargar con más responsabilidades. Sé que aún me falta mucha práctica, pero ya voy agarrándole el truco a todo el sistema de preparar comida y servirla; lo único en lo que todavía me veo algo deficiente es al comunicarme casualmente con los otros empleados. Definitivamente mañana comenzaré a hacerlo.
Enseñanza de hoy: no es buena idea lavar los contenedores de mostaza sin guantes.
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